Crimea, 1953

Iniciado por GAE_Ceteu, 18 de Septiembre de 2011, 07:12:38 PM

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GAE_Ceteu

#15
...Bloody Hell

20 de Octubre, al sur de Feodosiya, al atardecer.

Con la cabina abierta, la cola baja, los flaps extendidos al máximo y las pequeñas estelas de condensación en las puntas de las alas denunciando la inminente pérdida de velocidad, el Panther 18 inicia una impecable aproximación a su último aterrizaje, en realidad, amerizaje, entre los dos portaaviones argentinos.

Tocado por las defensas de los Tu-2S, a Tucán no le queda otra que amerizarlo ante la negativa del tren de aterrizaje de desplegarse. Con fuga de fuel de los tanques, el avión se incendiaría apenas tocara la cubierta.

Uno, dos toques de la cola en el agua y el Panther se clava en la siguiente ola levantando una columna de espuma, al lado de la lancha motora del Independencia, ya tan lento que el piloto no tiene problemas para salir y arrojarse al mar, el cual inmediatamente se enfría un par de grados al contacto con el Hombre de Hielo, Tucán.

Testigos de la escena, Balker y Lee, el observador norteamericano, miran junto a Ceteu como sacan a Tucán del agua, junto al médico que insiste en llevarse al último a la enfermería, quién se niega hasta ver a su compañero a salvo.

Y son los últimos en llegar, otros han caído, víctimas de los Mig y la AAA.

Atrás de ellos, el Panther 16, recién apontado, tiene las alas perforadas y el plexiglás de la cabina salpicado con sangre de una herida del brazo de su piloto, Ceteu, que ha debido apontarlo sin flaps, por suerte antes de tocar a la grúa amarilla atravesada para evitar que el avión desbocado causara daños en los demás.

Es a él que, dándose vuelta, Lee pregunta un tanto irónicamente?

-Ya fue contestada su pregunta, Guardiamarina? Ahora sabe porque recuerdo bien a los puentes, tal como Ud. recordará a estos. Un Bloody Hell, un maldito y sangriento Infierno?!!!!

-Míster Lee, como Ud. dice, es un Maldito Infierno Sangriento. Pero aquí, en este Infierno, Balker es Satanás, y nosotros sus Demonios. Y cuando volvamos, porque volveremos, no sé si los comunistas creerán en Dios, pero sí creerán en el Infierno. Permiso.

Acompañado del médico, se retira a la enfermería. Por lo menos, le va a ganar el turno a Tucán para recibir la medida de ron que el Doc les va a repartir.


GAE_Ceteu

#16
Regreso sin gloria.

Los neumáticos aullaron al contacto con el cemento de la pista de Simferopol, al posarse el gigantesco Tu-4 con el estruendo de sus motores Shvetsov ASh-73 a régimen reducido.

Luego de conducir su avión a la pista de dispersión, donde las tripulaciones de tierra lo esperaban gritando vítores, el Coronel Syadov escuchó como el ingeniero de vuelo apagaba uno a uno los motores.

Los hombros estremecidos, los dedos agarrotados sobre los comandos y el pecho estrujado por la angustia, Syadov permaneció sentado en la cabina, como un maniquí sin voluntad propia.

Sabía que esperar, la anterior misión se lo había enseñado por el peor camino, al ser derribado por los argentinos y rescatado luego por un buque pesquero que lo depositó en Yalta. Y había dado instrucciones a sus pilotos sobre como formar y defenderse de los jets Panthers argentinos. Decoló con optimismo al frente de la formación cerrada de ocho bombarderos Bull comandados por las mejores tripulaciones que se pudieron encontrar.

Y ahora, el personal de tierra que lo observaba a través del Plexiglás de la cabina, se empezó a dar cuenta y a callarse. Nadie más regresaría de los ocho que habían salido.

Los cazas del GAE habían exigido su precio. Y los Disidentes lo habían pagado.

Repasando los motores del Tu-4 de Syadov tras la misión que costara el derribo de siete de los gigantescos bombarderos en manos del GAE.


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Refuerzos y nuevos amigos

El jeep saltaba alrededor de los centenares de cráteres dejados por el crucero ARA La Argentina. Agrupados en un número increíble, la artillería pesada del crucero había volatilizado las defensas costeras rusas dejando un paisaje lunar, donde sólo reinaba la destrucción, incluso en el poblado que atraviesan, llenos de carteles de propaganda soviética alentando a sumarse a las filas del Ejército Disidente.

El capitán Lee, enfundado en un anónimo overol de vuelo verde, trata de agarrase de donde pueda, pronto a ser despedido del vehículo conducido en una loca carrera por el capitán Balker, apurado en llegar a investigar los daños en la principal base aérea de la zona de Kerch. Y es que debe, en función de los daños, autorizar el puente aéreo que depositará en suelo crimeano a los pesados del GAE, además de los Grupos de bombardeo de la Fuerza Aérea India.

Por suerte, comprueba que los daños solamente afectan a un gran hangar, dejando al resto de las instalaciones intactas. Sin perder tiempo, comunica por radio la situación. En pocas horas, el potencial bélico del GAE se multiplicará y asimismo sumará por fin a los hindúes en el esfuerzo por destruír al sistema de avituallamiento Disidente.

Hecho esto, observa a dos figuras paradas en el medio de uno de los playones de dispersión de la base.

Y cuándo no, los lentes obscuros que ambos usan permiten identificar a la distancia a Pepper y Ceteu, que contemplan el desastre causado por su ataque con HVAR realizado más temprano, dejando esculturas surrealistas que alguna vez fueron vehículos y orgullosos Tu-2S, bimotores de bombardeo, más algún Mig-9FS de caza.

No se los nota muy animados. Y es que cerca de ellos, la cola de un Panther gris claro asoma de un cráter. El que señala la tumba de Cuervo, barrido al entrar alto por la artillería antiaérea de la base en el mismo ataque.

-Por cierto, Capitán Lee, vamos a aprovechar el ofrecimiento de reponernos los Panthers perdidos en estas acciones. Y no debe demorar, en dos días empezamos las acciones para asegurarnos un línea de frente al oeste de Feodosiya, aprovechando el río Kuvalivrek como defensa natural en este Segundo Frente que a la vez que drene más recursos de los Disidentes, amenazará la capital de Crimea, Simferopol.

-Correcto, Capitán Balker. Daré las instrucciones por los canales pertinentes sin más demora.

En una hora, el plan estaba delineado. El USS Hancock se aproximaría por la noche a la Fuerza de Tareas hasta unos 40 kms., iniciando un puente aéreo a la mañana siguiente.

La propaganda Soviética Disidente apremia a los ciudadanos a unirse en la cruzada en contra de los golpistas de Moscú y los invasores títeres del Imperialismo de Occidente, según los carteles vistos por los capitanes Lee y Balker.





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#18
Nuevos pilotos, viejos aviones

El Capitán Kapil Bhargava, de la Fuerza Aérea India, está harto de volar. Desde que salió de su hogar, lo había hecho sobre selva, montañas, desierto, llanuras, mesetas, valles y ahora, mar.

Luego de recargar combustible en una base militar turca, ha despegado con rumbo norte, directo a Crimea, para completar el periplo de miles de kilómetros desde su base en Tiruchirapally, India.

Excelente profesional, está orgulloso de su avión, un B-24 recuperado por los ingenieros de HAL en 1949 de un depósito de chatarra que la RAF, en Chakeri, donde los habían abandonado en más de un centenar de unidades, luego de destrozarlos con excavadoras y chocándolos con camiones, llenando los motores con arena, para obedecer la Ley de Préstamos y Arriendos, que no permitían que tuvieran ulteriores dueños luego de ser usados por los ingleses y canadienses en la WW2.

Pero se hicieron milagros, y gracias al profesionalismo de los ingenieros hindúes, 42 Liberator entraron en servicio en la nueva Fuerza Aérea de la India.

Y por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, un grupo de B-24 Liberator se encamina a una misión bélica de bombardeo a gran altura, misión para la cual fue diseñado.

Bhargava, a pesar de su cansancio, a despecho de su falta de experiencia en combate, piensa demostrar que el nivel de las tripulaciones hindúes no tienen nada que envidiar a los mejores pilotos del mundo. La primera operación bélica de la IAF estaba en marcha. Antes de llegar a sus bases designadas en Kerch, bombardearán Feodosiya desde más de 4.000 mts. Sólo espera que la escolta del GAE se encuentre en el lugar y la hora prevista para defenderlos de los cazas soviéticos.

Los Liberator del 5º Grupo dejan la costa turca con rumbo 0º



Horas antes, reabasteciéndose en Turquía.



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#19
Un joven héroe soviético

Cuando los gritos de alarma recorrieron la línea de defensa a los costados del camino, Boris Melekin, sargento de 23 años a cargo del ZSU-37 de defensa antiaérea corrió desesperadamente a su blindado, a fin de rechazar a los incursores.

Espantado, ve caer en picada a cuatro aviones que rápidamente se convierten en cuatro Corsarios, el primero de los cuales suelta su carga mortal a increíblemente baja altura, siendo volatilizado por la explosión de sus propias bombas y estrellándose en un mar de llamas y escombros.

El joven sargento, sin embargo, no se inmuta y dirige su cañón de 37 mm al segundo, al que encuadra al salir de la picada con un cargador completo. Tocado, el Corsario se transforma en un cometa que arrastra una larga cola de combustible inflamado, hace una extraña parábola y se estrella al costado del río.

Las explosiones de las bombas arrojadas por el tercer y cuarto avión levantan columnas de humo y tierra, pero no acallan los aullidos de los heridos y los vítores por la caída de los dos primeros incursores.

Un minuto de tensa espera, y los dos aviones restantes ingresan nuevamente con rumbo de ataque, bajos esta vez. Relampaguean los cohetes debajo de las alas del primero en entrar y un T-34/85 explota, arrojando su torreta por los aires?.!!!!

Logra escapar, pero Melekin es paciente y espera. El segundo Corsario sobreviviente aún orbita lejos, por lo que se concentra en la vuelta del primero. Y no lo decepciona.

Candela ascendente, medio tonel y el Corsario vuelve, dirigiéndose directamente a él. Melekin espera, y antes que el Corsario dispare sus cohetes, descarga un cargador completo sobre él. El F4U desaparece en una napa de fuego y sus restos ardientes caen en una lluvia sobre las posiciones Disidentes?

Ahora sí, Melekin gira la torreta y se concentra en el último Corsario. Lo toma de costado, acertando en el motor y la zona de la cabina. Arrastrando una columna de humo y llamas, el avión vacila y se estrella a retaguardia de la posición.

Baja de su vehículo, con las piernas y manos temblando aún de la adrenalina, cuando es alzado en hombros por sus compañeros en medio de gritos de victoria.

El Coronel a cargo del batallón improvisado de defensa, Korovski, veterano de la Gran Guerra Patriótica, se acerca y poniéndole una mano en el hombro, lo mira fijamente y dice:

-Hoy, hijo mío, has marcado una hazaña en los anales del Ejército Rojo. Has salvado al batallón de tener pérdidas terribles. Te mereces la Estrella de Oro de Héroe de la Unión Soviética, pero por ahora, ten esta.

Y sacándose una condecoración del pecho, la prende en el pecho del joven sargento. Ahora Melekin portaba la Orden de la Bandera Roja.

Recorriendo la línea, se da cuenta que no han sufrido demasiados daños. Y todos le convidan té, algún vodka escondido es también compartido con palabras de felicitación, cuando de repente los gritos sacuden otra vez la línea anunciando una nueva incursión.

Melekin corre a su ZSU, cuando otra vez las bombas recorren la posición, sembrando muerte entre los infantes pero sin dañar los tanques. Dispara contra los incursores, derribando al primero, un jet Panther, en plena picada.

El segundo logra escapar, pero el tercero cae con un ala arrancada, sin tiempo a que el piloto se ejecte y se estrella con fragor ensordecedor, pero no antes que soltara sus bombas que destruyen varios camiones al costado de la ruta defendida.

Dos nuevas victoria, piensa y se regocija, cuando el segundo Panther vuelve peinando el césped, dispara sus cohetes y el SU-100 del camino vuela en pedazos?!!! Melekin lo sige con su cañón, pero erra.

Mientras, el otro Panther ataca, pero erra. El segundo Panther vuelve, dispara sus cohetes y un T-34/85 estalla en llamas, mientras su tripulación lo abandona en medio de gritos de dolor y espanto. Nuevo ataque infructuoso del cuarto Panther, cuando siguiendo las ondulaciones del terreno vuelve el otro Panther y se dirige al ZSU del otro lado del camino, al que ataca con sus cañones de 20 mm, haciéndolo estallar.

Melekin, aterrado, trata de enfilar al Panther, que girando con las alas verticales, se apresta a una nueva pasada. Apunta, viendo como el avión enfila directamente a su ZSU, pero antes que pueda apretar el disparador, el morro del Panther se ilumina y Melekin siente como se eleva en el aire y un calor insoportable lo envuelve.

Cae sobre la tierra, pero no siente nada. Nada de dolor, pero tampoco puede moverse. Escucha los gritos de los heridos, pero él calla. Nuevas explosiones anuncian que, ya sin defensas, los dos Panthers se ensañan con los restos del Batallón. Melekin piensa que no podrá pavonearse en las calles de Sebastopol con su estrella dorada, conquistando los corazones de las camaradas. Trata de recordar el rostro de su madre, pero una oleada de dolor lo sacude.

Luego, todo es obscuridad?

ZSU-37


GAE_Ceteu

#20
Beria se informa, y hace unos cambios.

Kiev, Cuartel Central de las Fuerzas Disidentes, 14 de novienbre de 1953, 22 hs.

El silencio era opresivo.

Las malas noticias recibidas desde el frente de Crimea fueron escuchadas desde los labios temblorosos del General Stralbo, a cargo de las operaciones terrestres del Ejército Rojo en ese teatro de guerra. El Almirante Padorin, atrás del general, esperaba su turno para informar, junto al Coronel Syadov, el encargado de informar las operaciones aéreas.

Beria, flanqueado por Antónov, escuchaba sin interrumpir, pero mirando fijamente a los ojos del general. Una vez que éste terminara, rodeó el escritorio y se acercó.

-Camarada General, Ud. ha fallado. Tiene el doble de tanques, el triple de hombres, artillería de todos los calibres, una Marina que debería estar apoyándolo donde Ud. pida y que ha perdido barcos en el intento de hundir la Flota de invasión de la ONU, los Halcones Rojos han perdido decenas de aviones cubriendo sus tropas y lo único que ha hecho Ud es perder la Península de Kerch, Feodosiya y ahora los hindúes avanzan sin que los puedan detener.

-Pero camarada Mariscal, los aviones del GAE han logrado una superioridad aérea en la cual nada se puede mover sin que sea atacado por ellos o sus lacayos, los hindúes. Habíamos establecido una sólida defensa en las costas del Karadag que fueron casi demolidas?

-Silencio?!!! Maldito cobarde...!!! Defensas???? Debería estar atacando para expulsar a esos malditos cipayos del imperialismo?!!! Ud. me ha fallado?!!! Pero tranquilo, no volverá a ocurrir. Mayor Sergetov...!

Se abre la puerta y el Mayor Sergetov ingresa, flanqueado de dos sargentos.

-Camarada Mariscal.- Saluda cuadrándose con un chasquido de sus botas.

-Sergetov, el Camarada General nos abandona. Acompáñelo.

Stralbo, resignado, acompaña afuera de la oficina a Sergetov, encuadrado por los sargentos, mientras que el Mayor cierra las puertas dobles de la oficina.

-Camaradas, quiero que nos entendamos. Aquí nos jugamos la piel. En nuestra actual lucha contra los Golpistas de Moscú, Crimea es una pieza fundamental. Aún no lo han hecho, pero los argentinos van a empezar a atacar nuestras líneas de suministros. Suministros que son vitales en mantener una guerra que Moscú no puede sostener más allá de unas semanas. Estamos sentados sobre su línea de abastecimiento de combustibles. Y un tanque, sin gasolina, es sólo un montón de chatarra. Debemos recuperar Kerch antes que se hagan fuertes y los argentinos del GAE se dediquen a nuestros depósitos de suministros, trenes y convoyes de camiones. El Camarada Antónov se encargará personalmente de las operaciones en tierra una vez que haya arreglado sus asuntos aquí en Kiev.

-Camarada Mariscal?- Empezó a decir Padorin?

-Silencio?!!! Almirante, no hace falta decirle que espero mucho más de la Flota del Mar Negro. Me resulta inconcebible que los barcos estén atracados en Sebastopol, ociosos, mientras las tropas de la ONU se afianzan en territorio soviético. Quiero que reúna la Flota, con todas las unidades pesadas que encuentre y aplaste la Fuerza de Tareas de la ONU. En cuanto a Ud., Syadov, entiendo que ha hecho varias salidas contra los argentinos. No es suficiente, a pesar de las pérdidas, deben intentarlo más.

-Camarada Mariscal, los Regimientos de caza y los de bombarderos medianos no pueden seguir yendo a la muerte sobre aviones obsoletos. Necesitamos más y mejores aviones para asegurarnos el espacio aéreo sobre el frente y así cubrir y apoyar las acciones del Ejército Rojo, una vez que se hayan cursado claras órdenes de ataque. Los Mig-9 y bombarderos a hélice no son rivales para los jets argentinos. Necesitamos más Mig-15 y más de los nuevos Il-28. Ya hay algunos operando, pero necesitamos un par de Regimientos de ambos. Y alguna sección de Mig-17, si es que pueden desprenderse de alguna.

-Cuente con los Mig-15 y los Il-28. No puedo prometer los 17 porque los necesitamos contra sus homólogos de Moscú. También cuente con los pilotos sudamericanos que se nos unieron, serán de gran utilidad, debido a su conocimiento de las tácticas del GAE. Eso es todo, camaradas.

-Muy bien. Pueden retirarse. Pronto los veré allá.- Antónov por primera vez hablaba.

Padorin, visiblemente aliviado, y Syadov saludan rígidamente, dan media vuelta y se dirigen hacia la puerta. Antes de llegar a ella, Beria les dice:

-Y Camaradas, no me fallen otra vez...

Una ráfaga de AK-47 subraya sus palabras desde el patio del cuartel. Padorin y Syadov, pálidos, vuelven a saludar y salen de la oficina. Saben que en el avión de regreso, la plaza de Stralbo va a estar disponible.

El joven Coronel Syadov



Dos Mig-15 del 657º Regimiento listos para trasladarse a Crimea



Alistando un tercero



Un avión del Regimiento de Caza Internacional Nº 1, Los Cisnes Salvajes, cuyos pilotos escogidos pintaron sus Mig-15 con colores distintivos muy llamativos. En este caso, el color superior es rojo, pero se han detectados azules, otros enteramente negros o rojos.


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#21
Imágenes de las unidades de la desaparecida Flota del Mar Negro.

El Almirante Padorin abordo del Novossirdisk, cuando nada hacía preveer la catástrofe.



La mascota del destructor Moskva, el osito Vladimir.



El GAE atacando y luego hundiendo al destructor Moskva, con toda su tripulación, osito incluído.



Repeliendo los ataques del GAE.



Los cañones del hundido por el GAE_Balker, acorazado Parizhskaya Kommuna.



El crucero clase Kirov, Mihail Kutuzov, hundido por el GAE_Ceteu.



Y el único sobreviviente a la masacre, el imponente acorazado Novossirdisk, fondeado a su regreso en Sebastopol.



El General reflexiona.

Antónov miró a través de los sucios vidrios de la ventana del improvisado despacho. Preocupado, frunció el ceño, recordando.

Las promesas de Beria, acerca de que el pueblo ruso se volcaría en masa uniéndose a la causa Disidente, no resultaron como se esperaba. Quizás el mensaje no llegó a los soviéticos como debiera, pero más allá de miles de veteranos y jóvenes que soñaban con una Nueva Revolución, el apoyo del Pueblo Soviético no era masivo.

Y la jugada de la ONU, enviando al GAE a Crimea, simplemente era terriblemente efectiva. Las acciones de la Fuerza de Tareas Combinada de la ONU drenaban constantemente los recursos Disidentes. Los tanques en el norte no tenían ya combustible para lanzar ninguna ofensiva, sólo para maniobrar algunas horas. Y las tropas ya debían empezar a vivir de lo que podían incautar sobre el terreno, a falta de un envío regular de aprovisionamiento, lo que provocaba más recelo del Pueblo hacia los Disidentes.

Pero qué hacer?

Toneladas de chatarra que alguna vez fueron camiones y trenes jalonan el trayecto entre Dzhankoy y Sinferopol. El fondo del mar al oeste de Crimea se empezaba a transformar en un cementerio de petroleros y cargueros con vitales armas y municiones enviados por los rumanos y los yugoslavos.

Un rictus de furia atraviesa el rostro de Antónov al recordar a los aliados. Luego de la derrota catastrófica de la Flota del Mar Negro, dónde sólo sobrevivió el acorazado Novossirdisk, los ?fraternales camaradas?, el Mariscal Tito, de Yugoslavia y Gheorghiu-Dej, el Primer Ministro rumano, simplemente empezaron a apartarse de la Causa. Y el mensaje que enviaron es explícito: Sin Crimea y sin el dominio del Mar Negro, la causa Disidente está perdida. Y no van a comprometer más el futuro de sus países frente a una URSS triunfante. Simple, y a la vez, lapidario.

Sin Flota del Mar Negro, con pocos navíos y pocos mandos capaces luego del suicidio del Almirante Padorin como consecuencia de su derrota y antes que lo atraparan los enviados de Beria, las opciones son pocas.

Con poco que hacer en el norte sin recursos, sólo resistir hasta recibir suministros, la acción está en Crimea.

Una ofensiva general contra la península de Kerch que arroje a los hindúes al mar y obligue al GAE a pasar a la defensiva quitándoles el apoyo de las bases terrestres en suelo soviético permitirá dos cosas: La ampliación del área de defensa Disidente más hacia el este y lo más importante, obligar al GAE a operar desde la Fuerza de Tareas, con el consiguiente desgaste aún mayor de unidades que hace ya dos meses operan sin descanso, relevando a tropas y recursos que se necesitan en el norte.

Volviéndose al escritorio, se acercó al savomar a servirse un vaso de té, mientras entraba el mayor Serguetov con un nuevo informe de situación: Las tropas para la ofensiva estaban listas y en posición. La artillería de cohetes, camouflada y lista a disparar. Los regimientos de aviones de ataque táctico ya habían ocupado las bases avanzadas para que su vuelo se más breve y diera menos tiempo de reacción al GAE.

Antónov sonríe duramente pensando que por fin, todo se alinea de acuerdo a sus deseos. Firma la Orden de Ataque. En dos días, la madrugada del martes, se desatará el Infierno a las Fuerzas de la ONU.

Seguetov se retira, procediendo a transmitir la orden a todos los mandos divisionarios. Antónov se sienta en su escritorio, abstrayéndose un buen rato en el estudio de papeles.

De pronto, levanta abruptamente la cabeza. La artillería antiaérea de Belogorsk abre fuego. Antónov se acerca la ventana a ver el espectáculo. Ayer mismo, las baterías que protegen el Cuartel General había disparado a un Tempest de la India que se alejó humeando. Curioso, se acerca nuevamente a la ventana. Ve los copos de humo de la AAA y entre ellos, dos bimotores azules que pican: ?GAE? , piensa Antonov que de pronto los ve alabear hacia su ventana, mientras puntos se separan de los aviones.

Resignado, espera el desenlace del ataque, conciente que no hay lugar dónde correr. Las bombas de los A-26 del GAE rompen el techo de su oficina, clavándose en el piso. Antónov, por dos segundos, piensa que por suerte no explotaron. Luego, sólo un fuerte resplandor.

Las Fuerzas Disidentes se han quedado sin su mejor general a horas de la Ofensiva que marcará su fin o su triunfo



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#22
Últimas victorias de un orgulloso profesional.

El Tu-4 Bull de Syadov regresa de su última misión



Syadov está lleno de orgullo por la tarea realizada, pero el desazón que siente le amarga la alegría del último vuelo de su Regimento de Tu-4 Bull.

Un vuelo simplemente impecable. Una navegación perfecta a 8.000 mts., sin problemas lo llevaron sobre la vertical de la base avanzada que los Títeres del Imperialismo tenían al noroeste de  Feodosiya, en AS10. Los doce Bull soltaron las casi trescientas bombas de 250 kgs sobre las instalaciones.

Por el visor de bombardeo, el sargento Volodya le comunica que ha centrado la mira en un avión azul que carretea en busca de la cabecera.

- пасты головы?!!!!!!!! Exclama Syadov, convencido que se trata de uno de los aviones de los odiados argentinos

Volodya le confirma que la base, incluído el incauto que rodaba, desaparece en un mar de llamas y explosiones. Fue el fin de AS10.

Como corolario, un solitario Panther trata de interceptarlos, pero cae víctima de los cañones de popa de los últimos aviones de la formación, que literalmente lo desguazan a impactos, cayendo sin control.

Exultante, cuando Syadov aterriza en Yevpatoriya  recibe un llamado de Beria, que quiere saber los resultados de los ataques. Acude sin demora a la oficina, toma el teléfono e informa a Beria de las novedad, incluído su parecer sobre las fuerzas terrestres, ya que desde la muerte de Antónov, Syadov es los ojos y oídos de Beria en Crimea.

Pero rápidamente la alegría de Syadov desaparece. Inmovilizados por la falta de carburante, los tanques y tropas Disidentes han sido arrollados por un brutal ataque de las tropas y blindados de Moscú, según le informa Beria, a lo largo de todo el frente ucraniano.

Centenares de T-34/85 y camiones son abandonados a los costados de los caminos, secos sus depósitos. En una escena digna de 1941, las tropas resisten hasta la aniquilación y los que no, se retiran en carros tirados por caballos, con la mirada perdida caídos en el abismo de la desesperación. Moscú no tendrá piedad.

Sólo queda una esperanza. Con las fuerzas de la ONU fuera de Crimea, se podría establecer una línea de defensa estática en el Istmo de Perekop, que separa Crimea de Ucrania. Con sus sólo 7 km. de ancho, es el lugar ideal para la última línea de defensa.

Un último esfuerzo, piensa Syadov. Anular las bases de la ONU en tierra y arrojar a los hindúes al mar, dedicando las tropas que los combaten a la defensa en Perekop, nos dará tiempo a recomponer la situación. No todo está perdido.

Sin embargo, no puede dejar de sentir un escalofrío, a pesar del buen tiempo.

Los Disidentes atraviesan el Karadag tratando de acercarse a la líneas de la ONU.



En esta rara fotografía a color, un simpático marino ruso, tripulante de uno de los cruceros hundidos, se apresta a luchar como infante en Kirovskoe, el mejor estilo bandolero mexicano.


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Observadores observados.

El Yak-10 Vyvoznoi



El avión de observación era de un tipo poco común, un Yak-10 Vyvoznoi, y según uno de los especialistas en identificaciones, sólo unos 40 se construyeron.

Pero la rareza no impedía ver lo peligroso de la situación. Era la segunda vez que lo divisaban en el día, y otras veces los días pasados. Estaba claro que los Disidentes dedujeron bastante acertadamente las coordenadas del destacamento de observación, a pesar de las montañas que impedían triangular con claridad las transmisiones.

El Yak los sobrevoló casi en la vertical y Quiroga, viéndolo alejarse hacia Sinferopol, decidió no esperar. Lo próximo que divisarían sería una companía de soldados trepando la montaña hacia las ruinas del palacio.

-García...!!!

El rollizo sargento se acercó echando los bofes. La altura no le sentaba bien unida al esfuezo físico. Sin embargo, saludó con corrección.

-Transmita la señal de evacuación. Prefijo Rayo. No tenemos mucho tiempo.

En poco tiempo, la sala de transmisiones del V1 recibía el mensaje:

- Rayo... Rayo... El pichón quiere volar. Repito. Rayo... Rayo... El pichón quiere volar.

El cabo de guardia en la sala de transmisiones del V1 acusa recibo, toma el formulario de radio y al trote llega al camarote que busca, golpea y ante el permiso, entra.

El Capitán de Corbeta Balker recibe el formulario y frunce el ceño. No estaba previsto hasta dentro de unos días, pero al Diablo. Hoy o mañana, no importa.

Sacaremos a esos hombres, piensa, mientras se dirije a cubierta, a fin de disponer todo para la evacuación inmediata.

GAE_Ceteu

#24
Se cierra la trampa.

-Necesito su ayuda.- Dijo Beria con tono apremiante.

-Qué clase de ayuda?

Le había costado todo el día localizar al Mariscal Josip Broz, más conocido por Mariscal Tito. Y ahora, su reacción no podía ser más glacial.

-Iría con un avión hasta Belgrado y desde allí volaría directamente a?

-Eso podría considerarse un gesto inamistoso hacia la Unión Soviética y a las Naciones Unidas. No. Lamento decirle que el gobierno de Yugoslavia no puede permitir a ello.- Imbécil, no sabes cual es el precio del fracaso? Se abstuvo de decir Tito.

-Pero usted? Nosotros somos aliados?.!!!

-Aliados en qué? Ud. es un ex funcionario del Politburó de la Unión Soviética buscado por actividades en contra de la URSS y que se ha alzado en armas contra su gobierno. Yo soy Jefe de Estado de otro país, por cierto unido a la URSS por fraternales lazos de amistad.

-Camarada Mariscal?

-Adiós Camarada Beria. Si está tan convencido de sus ideales, sabrá defenderlos hasta la muerte. Incluso Hitler lo hizo, no?

Un suave click en la comunicación marcó el fin de la misma. Si Tito no lo ayudaba, mucho menos lo haría Rumania.

Beria reflexionó. No era Hitler, justamente. No estaba loco como el facista, que deseoso de una orgía de destrucción wagneriana murió encerrado como una rata en un miserable búnker en Berlín. Beria tenía motivos para vivir y no partir a ningún Valhala.

Si conseguía salir de Crimea, podía desaparecer en muchos sitios, desgraciadamente todos lejos, a menos que pudiera hacer escala o esconderse un tiempo hasta arreglar el refugio. Y las cuentas en Suiza garantizarían su bienestar, tan voluminosas como para comprar un país pequeño o su gobierno, en su defecto. Pero debía salir de la ratonera de Crimea.

Descartada Europa, sólo quedaba mirar en otra dirección.

El guerrero debe acudir.

Syadov miró entristecido la plataforma de hormigón donde su Tupolev Tu-4 reposaba. A lo lejos, la escena se repetía, las moles de los poderosos bombarderos yacían en silencio. Sin combustible, el que se reservaba para los cazas, sólo eran piezas de chatarra de alta tecnología, representativa del ingenio técnico- militar soviético del cual estaba tan orgulloso como el buen profesional y comunista que era.

Suspirando, cargó su petate al hombro y se dirigió al jeep GAZ que lo aguardaba, con los hombros sacudidos por los sollozos. En el bolsillo de su chaqueta llevaba las órdenes, firmadas por el mismo Beria. Debía presentarse en cierta base, a fin de realizar un vuelo especial y secreto.

Algo le decía que ese vuelo tenía más que ver con las ratas que con los leones. No habría honor en él, ni sería digno de los camaradas muertos en combate.

GAE_Ceteu

#25
El descanso del guerrero

Syadov miraba atónito a su interlocutor.

- Argentino ? Caramba, ahora entiendo su horroroso ruso, Camarada.

El piloto con que hablaba acaba de bajarse del magnífico Mig-15 negro que le ofició de escolta desde Crimea, luego de abrirse paso entre los aviones del GAE que llenaron de hoyos el Pe-8 que, configurado como VIP, había piloteado transportando a Beria hasta el lugar.

Ushankov miraba resignado el lugar, totalmente ajeno a su belleza. Su preocupación era el combustible, para combatir y luego, ir más allá. No tendría descanso hasta estar lejos de las garras del GAE, que ya se había llevado las vidas de sus compañeros sudamericanos. El último en caer, Byca, caído en la última misión estúpidamente al estrellarse contra el mar, lo que simplemente pareció un suicidio. Deprimido, incluso había confesado a Ushankov que una noche escuchando las frecuencias del GAE, había captado una conversación entre Chape, Popeye y Ceteu, quienes al escucharlo tratando de establecer un contacto, de restablecer vínculos que le dieran esperanza de salir de Crimea en una pieza, simplemente cambiaron de canal. Después de eso, rechazado por sus ex-camaradas, ya nada le importaba. No tenía esperanza de sobrevivir.

Syadov vió como el extranjero lo saludaba y se retiraba a mendigar un poco de combustible. Sin Tu-4 para pilotear y devenido en chofer de Beria, su tarea era otra. Contemplando las altas montañas coronadas de nieve, enmarcadas por los árboles del bosque que rodean la base, encendió un cigarrillo y exhalando el humo con evidente placer, hizo algo que hacía mucho no podía.

Se sentó debajo de un nogal y relajado, se durmió una siesta.

El Pe-8 de Syadoy y Beria en su destino final.


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#26
La guerra llega al Cáucaso

Aleksandr Mijáilovich Vasilevski salió de la sala de comunicaciones con paso rígido y el semblante pálido.

?- El GAE aquí?.!!! Cómo diablos es eso posible?? Pensó Vasilevsk.- ? No tenemos con qué resistirles, salvo algunos viejos aviones y algunos antiaéreos en las ciudades importantes.?

El aviso había sido dado por observadores en la costa, que divisaron cuatro aviones a hélice, identificados como Corsair por sus alas en forma de gaviota con rumbo noreste, escoltados por dos jets gris claro con tanques en las punteras de ala. Panthers.

Al poco tiempo, Vasilevsk recibió un segundo aviso, el Centro de Comando del 226º Regimiento de Montaña transmitió que era atacado, y luego, el silencio. No respondió más a ninguna llamada. El viejo georgiano se dio cuenta. Los del GAE simplemente los habían vaporizado.

Entrando nuevamente a la sala de transmisiones, pidió comunicarse con el Búnker de Beria, al pie del Elbrus.

Beria recibió el parte en su oficina en el Bunker construído para ser inexpugnable, no por su resistencia, sino por su ubicación.

En un estrecho desfiladero, flanqueado por paredes de 3000 mts. de altura, se hallaba a salvo de cualquier ataque de bombarderos a nivel y los cazas bombarderos que intentaran volar por el sinuoso desfiladero, serían barridos por las numerosas bocas AAA que los esperaban.

Sin embargo, las otras bases y centros de comando en el Cáucaso eran otro tema.

Dictó nuevas órdenes para Vasilevsk organizando la defensa en profundidad ante la llegada de posibles tropas de desembarco y reconocimiento aéreo en busca de la Fuerza de Tareas enemiga y su posterior ataque con todos los aviones disponibles.

Vasilevsk sonrió tristemente, pensando que había ligado su suerte a un imbécil.

?-Qué defensas y qué aviones?? Pensó ?- Sólo hay media docena de Yak-15 y una escuadrilla de Yak-9 piloteados por lo más bisoño de la VVS, los demás murieron en Crimea, por ser los mejores fueron enviados allí. Tropas??

La alarma empieza a sonar sacándolo de sus pensamientos.

Se acercan aviones, bajos y veloces. Panthers del GAE.

En la carlinga del Panther 16, Ceteu ve como entran los demás sobre el centro de comando ubicado al fin del río. Volando como A4, en esa posición siempre se retrasa un poco para no malgastar bombas en la pasada sobre objetivos destruídos. Alineado sobre un edificio intacto que parecen oficinas entre los galpones que rodean la instalación militar que atacan, arroja sus bombas, que borran al edificio pero a la vez desatan una terrible reacción en cadena de explosiones que vaporizan medio lugar.

- Municiones, o andá saber qué? Musita mientras vira en busca de su escuadra.

Vasilevsk pensó que había tenido suerte, ya que los tres Panthers anteriores arrojaron sobre el lado norte y este del complejo.

Pero luego vió un cuarto, que cuidadosamente se alinea poniendo proa hacia él. Su ayudante Petrov tira de su brazo desesperadamente tratando de alejarlo de la ventana. Lo consigue, pero es inútil. Todo estalla en pedazos.

El coronel que le trajo la noticia quedó simplemente pasmado por la rabieta descontrolada con que reaccionó Beria ante la noticia de la desaparición del segundo centro de comando y la muerte de Vasilevsk. Y preocupado. Veterano de la Gran Guerra Patriótica, reconoció lo que veía. Pánico.

Apartando al coronel de un empellón, Beria se dirige a la sala de comunicaciones, decidido a tomar él mismo el mando. Está frustrado por la aparente inoperancia de quienes lo rodean y pide comunicación directa con la base aérea de Poti a fin de cursar personalmente las órdenes de búsqueda y destrucción del GAE. Órdenes que vocifera por radio.

En la CIC del V1 el Suboficial Mayor Antonio Pérez esperaba este momento desde la mañana. Ya había identificado la voz de Beria en una transmisión radial desde los casi 500 km que lo separaban desde Crimea.

Veterano en interceptaciones radiales y decodificaciones, experto en idioma ruso, Pérez a bordo del V1 mantuvo a lo largo de la campaña en Crimea constante escucha en los canales usados por los Disidentes. Así había identificado Konovalov 33 como el centro de investigaciones que el GAE había destruído, dejando sin amenaza nuclear a Beria, como muchos de los desplazamientos en tierra del Ejército Rojo. Y había escuchado a Beria en innumerables transmisiones radiales de arenga. No tenía dudas, el que gritaba en la radio rabiosas órdenes, era Beria. Triangulando con el CIC del V2, rapidamente plotearon la fuente emisora. Al pie del Elbrus, en pleno Cáucaso. No perdió tiempo y cambiando de radio, transmitió directamente al Oficial de Inteligencia en vuelo los datos.

Ataque regresó al V1 por combustible y armamento. Febrilmente, las tripulaciones de cubierta trabajaron contra reloj para no dar tiempo a los rusos a organizar la defensa. Sólo dos Panthers de Ataque estaban disponibles y nada podía fallar.

Sorteados un par de problemas que se presentan, el elemento de Panther sale en busca del búnker detectado.

El imponente espectáculo de los picos nevados distraían a los pilotos del GAE, que tenían un poco de dificultad en encontrar la posición del objetivo.

Sin embargo, los rusos abren fuego AAA denunciando su posición. Uno de los Panther ladea y pica verticalmente sobre el bunker.

La muerte de Beria no fue fácil. Las bombas destruyen un depósito de municiones y combustible diesel de los generadores. Explosiones diversas destruyen todo. Vehículos, oficinas, puestos de guardia, búnkeres, todo es engullido por una marea de fuego.

Beria la ve llegar y trata de correr, pero todo parece moverse en cámara lenta, las piernas de goma. Cuando el fuego lo envuelve, aúlla de espanto mientras todas las terminales nerviosas de su cuerpo mandan mensajes de dolor extremo. Su cuerpo es rápidamente consumido por las llamas, que no dejarán diferencia en su cuerpo carbonizado de las otras docenas de muertos que lo acompañan al más Allá. O al Infierno.

En Sukhum, la base sobre la costa, Syadov despierta molesto. Unos Panther destruyen a despecho de la AAA que dispara furiosa un pobre Yak-15 que carreteaba buscando refugio.

Enciende un papirossa y cierra los ojos, indiferente a los gritos de alarma de los presentes en la base. Tanto lío por un simple ataque o la pérdida de un avión. En Crimea las cosas que había visto eran mucho peor que eso.

Pero el colmo llegó cuando otros dos Panthers deciden despedirse de la región descargando bombas sobre la base, que destruyen parte de las instalaciones, entre ellas, el comedor de la base. Indignado, Syadov decide que ya está harto. Toma un jeep GAZ y se dirige a la ciudad, en busca de un buen lugar para comer. Hay cosas que ni la guerra respeta ya. Nadie le quitará una buena cena. Ni el GAE.

GAE_Ceteu

#27
Fin y despedida

El CC Balker acodado en el ala del puente del V2 charla amigablemente con el CF Wayne Lee. Más que un observador, Lee ya es un amigo.

Es la despedida. Cumplido el trabajo asignado por las Naciones Unidas, el GAE emprende el regreso a la Patria y Lee debe tomar un helicóptero, el cual ya calienta motores en cubierta, que lo depositará en el portaaviones clase Essex que subrepticiamente, mantenía surtido de aviones, repuestos y armamentos al GAE.

- Amigo mío, simplemente expresar mi admiración ante el desempeño del GAE. La profesionalidad, habilidad y valentía de sus integrantes no tienen parangón en muchas aviaciones navales.

- Gracias Wayne. Los muchachos estarán felices cuando les comunique tus palabras. Buen viaje y buen Año Nuevo. Que 1954 sea un año excelente y en paz.

- Adiós Balker. Hasta la próxima.

Lee desaparece en la isla del V2, para reaparecer en cubierta, rumbo al HRS que lo espera. Popeye, su piloto, trota rumbo al helo nada más verlo llegar, ya que se encontraba departiendo en cubierta con varios pilotos. Lee se acerca a ellos, charla breves segundos, estrecha sus manos y sube también al HRS, cierran la puerta lateral y acelera bajando el morro, tomando altura y rumbo sur.

Entre los de abajo, alguno saca una pelota de fútbol. Rápidamente se organiza algo así como un encuentro, mezcla de fútbol y rugby. Entre risas, corren sin desparpajo, alegres por volver al hogar.

Y con la misión cumplida. A lo largo de 22 misiones el GAE enfrentó a lo mejor que los soviéticos disidentes pudieron poner en batalla.

Acorazados, viejos y nuevos cruceros, destructores. La Flota del Mar Negro simplemente dejó de existir como una fuerza naval viable en dos terribles batallas aeronavales.

Aviones modernos como Mig-15 y 17, amén de Yak-15 y 9, algún regimiento de Mig-9. Los temibles Tu-4 Bull, pesadamente armados para la defensa, bombarderos a reacción Il-28, bimotores Tu-2 y Pe-2. Todos barridos de los cielos por los pilotos de Caza.

En tierra, cinco divisiones, entre ellas dos de tanques, sucumbieron ante las bombas y los HVAR del GAE. Toneladas de camiones y suministros transformados en chatarra entre Dzhankoy y Sinferopol hablan de la habilidad de los pilotos de ataque ahogando la logística Disidente. Cientos de cañones yacen mudos, retorcidos en esculturas surrealistas por el accionar de Panthers y Corsarios.

Tres escenarios distintos vieron el accionar del GAE, tanto de noche como de día, con buen y mal tiempo, claro o con niebla. Nunca se detuvo.

Terminada la campaña, sólo importa que Pepper no meta un gol en el improvisado arco.

GAE_Ceteu

#28
Últimas imágenes de campaña.

Los Corsarios de la 1º Escuadrilla de Ataque ocupan cubierta previo a su salida hacia el primer objetivo en el Cáucaso.



Un Panther regresa victorioso.



El V1 se alista para trasvasar combustible, ya en el viaje de regreso, a un escolta.



No hay que perder la habilidad. Actividad en cubierta y prácticas de apontajes a lo largo del regreso marcarán la actividad a bordo de los portaaviones del GAE.






GAE_Balker



Mejor Cazador de la campaña: TC Alma.

Mejor Ataquista de la campaña: GU Ceteu.

Felicitaciones.