Casa del Gobernador, Saipan
Xiao Zhang camina imperturbable al lado del general Zung Lu Bu al salir de la reunión con el Gobernador Mafnas. Sinceramente, la opinión del joven chamorro le es totalmente indiferente. Ya no se trata de poner pie en unas islas del Pacífico y expander el área de influencia china más allá de sus costas inmediatas. Las cuestiones políticas internas en las islas no le interesan en lo más mínimo. El ataque argentino ha cambiado el juego.
La Resolución de la ONU, si bien esperada, ocurrió con rapidez y con la sorpresa de la abstención de la Unión Soviética, luego de lo cual, los engranajes del decadente imperialismo occidental actuaron con rapidez, al utilizar al GAE argentino como fuerza de tareas a su servicio con la misión de desalojar a las fuerzas chinas y volver la administración de las Marianas del Norte a los anteriores gerenciadores. Y astutamente, sin utilizar abiertamente fuerzas norteamericanas en ello.
-En fin, General, pasando a lo importante, que es lo último que sabemos de la situación en Isla Pagan?
Frunciendo el entrecejo, Lu Bu pone una expresión entre orgullosa y petulante...
-La Fuerza de Tareas imperialista atacó Isla Pagan, eliminando un radar de búsqueda aérea y averiando algunos de los buques presentes en la isla, antes que estos terminaran de descargar todo el material. Lamentablemente, los tramos de la pista de acero que pensábamos instalar se perdieron, quedando la base sólo operativa para helicópteros. Pensándolo bien, la hemos sacado barata y los argentinos sufrieron pesadas pérdidas por parte de nuestras defensas. Sólo sus cazas cobraron tributo a las PACs presentes en el lugar. No creo que estén felices en este momento y deben estar replanteando sus tácticas.
Zhang asiente:
-Próximo paso?
Lu Bu enciende un cigarrillo y pensativo reflexiona en voz alta:
-Nuestra próxima movida debe ser fortalecer Pagan, los argentinos volverán, esté seguro. Cuando estuve destinado a la Escuela Frunze en Moscú para intercambio con los rusos, me transmitieron sus experiencias contra ellos en el enfrentamiento que tuvieron en el Atlántico Sur. Aún lamentan sus pérdidas en submarinos, las cuales según entiendo no terminan de reponer.
Y a la vez, debemos ser proactivos y buscar a la Fuerza de Tareas enemiga y destruirla. Y con los medios que tenemos aquí, podemos defendernos hasta cierto punto, pero claramente no podemos ser ofensivos a nivel aceptable.
Antes de venir aquí, hemos previsto esta contingencia, así que lo próximo es pedir un par de regimientos de bombarderos H-6, aviones de exploración aeronaval, más cazas para defensa y reforzar las tropas presentes en las islas, mínimo un par de divisiones, amén de artillería, tanto AAA como costera.
Infantería y artillería las concentraríamos en Saipan, Tinian y Rota. Con esas herramientas podemos defender, y lo más importante, con los aviones de exploración y los bombarderos, atacar. Si no hacemos esto, los argentinos siempre tendrán la iniciativa, y nos rondarán como un tigre acecha una manada de bueyes, dándonos zarpazos a su placer. Debemos terminar con eso, porque a la larga, ganarán.
En dos horas, el comunicado con la solicitud de Lu Bu para las siguientes acciones es recibido en Pekín, que inmediatamente inicia el refuerzo de las islas, tanto por aire como por mar.
La Operación Avalancha Roja empieza a rodar.
Sin embargo, la sorpresa no es demasiado, los norteamericanos captan por satélite KH-8 Gambit 3 un avión en la pista de Saipán.
Xiao Zhang camina imperturbable al lado del general Zung Lu Bu al salir de la reunión con el Gobernador Mafnas. Sinceramente, la opinión del joven chamorro le es totalmente indiferente. Ya no se trata de poner pie en unas islas del Pacífico y expander el área de influencia china más allá de sus costas inmediatas. Las cuestiones políticas internas en las islas no le interesan en lo más mínimo. El ataque argentino ha cambiado el juego.
La Resolución de la ONU, si bien esperada, ocurrió con rapidez y con la sorpresa de la abstención de la Unión Soviética, luego de lo cual, los engranajes del decadente imperialismo occidental actuaron con rapidez, al utilizar al GAE argentino como fuerza de tareas a su servicio con la misión de desalojar a las fuerzas chinas y volver la administración de las Marianas del Norte a los anteriores gerenciadores. Y astutamente, sin utilizar abiertamente fuerzas norteamericanas en ello.
-En fin, General, pasando a lo importante, que es lo último que sabemos de la situación en Isla Pagan?
Frunciendo el entrecejo, Lu Bu pone una expresión entre orgullosa y petulante...
-La Fuerza de Tareas imperialista atacó Isla Pagan, eliminando un radar de búsqueda aérea y averiando algunos de los buques presentes en la isla, antes que estos terminaran de descargar todo el material. Lamentablemente, los tramos de la pista de acero que pensábamos instalar se perdieron, quedando la base sólo operativa para helicópteros. Pensándolo bien, la hemos sacado barata y los argentinos sufrieron pesadas pérdidas por parte de nuestras defensas. Sólo sus cazas cobraron tributo a las PACs presentes en el lugar. No creo que estén felices en este momento y deben estar replanteando sus tácticas.
Zhang asiente:
-Próximo paso?
Lu Bu enciende un cigarrillo y pensativo reflexiona en voz alta:
-Nuestra próxima movida debe ser fortalecer Pagan, los argentinos volverán, esté seguro. Cuando estuve destinado a la Escuela Frunze en Moscú para intercambio con los rusos, me transmitieron sus experiencias contra ellos en el enfrentamiento que tuvieron en el Atlántico Sur. Aún lamentan sus pérdidas en submarinos, las cuales según entiendo no terminan de reponer.
Y a la vez, debemos ser proactivos y buscar a la Fuerza de Tareas enemiga y destruirla. Y con los medios que tenemos aquí, podemos defendernos hasta cierto punto, pero claramente no podemos ser ofensivos a nivel aceptable.
Antes de venir aquí, hemos previsto esta contingencia, así que lo próximo es pedir un par de regimientos de bombarderos H-6, aviones de exploración aeronaval, más cazas para defensa y reforzar las tropas presentes en las islas, mínimo un par de divisiones, amén de artillería, tanto AAA como costera.
Infantería y artillería las concentraríamos en Saipan, Tinian y Rota. Con esas herramientas podemos defender, y lo más importante, con los aviones de exploración y los bombarderos, atacar. Si no hacemos esto, los argentinos siempre tendrán la iniciativa, y nos rondarán como un tigre acecha una manada de bueyes, dándonos zarpazos a su placer. Debemos terminar con eso, porque a la larga, ganarán.
En dos horas, el comunicado con la solicitud de Lu Bu para las siguientes acciones es recibido en Pekín, que inmediatamente inicia el refuerzo de las islas, tanto por aire como por mar.
La Operación Avalancha Roja empieza a rodar.
Sin embargo, la sorpresa no es demasiado, los norteamericanos captan por satélite KH-8 Gambit 3 un avión en la pista de Saipán.