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Consulado de la Republica Popular China, Saipan
Xiao Zhang observó cuidadosamente a su interlocutor a través del humo de su cigarrillo. El joven David Mafnas estaba nervioso, sin dudas.
Cuando diez meses atrás había entrado a su oficina con su insólita propuesta, no hubiera apostado un yuan a que se concretara. Pero una vez elevada a sus superiores, la cosa rápidamente empezó a tomar dimensiones.
Porque Zhang no sólo era el cónsul chino en Saipán, era un oficial de inteligencia del Ejército de Liberación Popular de China y el responsable del 2º Departamento del Departamento General de Personal, denominado Orquídea de Otoño, destinado a la recolección, análisis y generación de inteligencia militar (HUMINT) y del 3º Departamento, destinado a inteligencia de señales (SIGINT). Su principal ocupación era recolectar información de la cercana Guam y monitorear el tráfico de la Base Andersen, el tránsito de buques y aviones con destino a Vietnam, y principalmente, gracias a sus barcas difrazadas de pesqueros, informar de las salidas de los B-52 que incursionaban sobre las posiciones norvietnamitas, asegurando así que las defensas estuvieran debidamente preparadas.
David Mafnas no era comunista, pero sí pertenecía a la etnia chamorro, habitantes originales de las islas Marianas. Con sólo un 35% de la población local, eran el grupo étnico más importante, pero su influencia en los asuntos isleños era mínimo. Últimos en puestos gubernamentales, últimos dentro del esquema ecónomico de las islas, últimos en acceso a la educación, Mafnas estaba decidido a terminar con eso. Hijo de una mujer chamorro usaba por los japoneses como mujer de confort en sus burdeles, luego concubina de un soldado norteamericano que la embaraza y la abandona, sin nunca llegar a conocer a su hijo David, Mafnas odia profundamente a los extranjeros y especialmente a los norteamericanos y sus administradores. Y tiene un plan.
Dedicado a la política, es sumamente popular entre su etnia, pero eso no le alcanza para ganar la gobernación ni dominar la Legislatura. Así que recurre a la vieja máxima que el enemigo de tu enemigo es tu amigo y recurre a Zhang para ganar las próximas elecciones. Necesitaba dinero para la campaña y algo que los chinos pueden suministrar, votos. En Marianas del Norte los trabajadores temporales pueden votar, y desde hace meses, cientos de trabajadores chinos han acudido a trabajar en las fábricas textiles. Sabe que tiene para ganar las elecciones. Y su primer acto será repudiar el fideicomiso de las Naciones Unidas que da la administración de las islas a EEUU.
Ha prometido a Zhang que como pago a su ayuda, el segundo acto será un tratado de libre comercio y cooperación con la República Popular China. El acuerdo ha fluido maravillosamente hasta ahora. Los fondos llegaron, así como los trabajadores con derecho a voto.
Lo que Mafnas no sabe es que los planes evolucionaron mucho más lejos de lo que pensaba. La propuesta que elevó Zhang no sólo incluye la ayuda por el libre comercio, sino también la instalación de una base naval y aérea del Ejército de Liberación Popular, proyectando la influencia china en el Océano Pacífico, amén de amenazar los intereses americanos sobre las Filipinas, condicionar cualquier apoyo en caso de conflicto con Taiwan y una defensa en profundidad al Mar China Oriental. China dejaría de ser una potencia continental.
Y todo al módico precio de un par de millones de dólares y un par de miles de soldados chinos infiltrados como trabajadores.
Zhang sonrió amablemente, sin que la sonrisa llegara a sus ojos, mientras entregaba el último maletín de dinero a Mafnas, que suspiró tranquilizado. Las elecciones era en tres días. Y ya estaba todo listo para ganarlas.
Yankee Station, Golfo de Tonkín, 17°30'N, 108°30'E
Amanece al este de la Taffy 77. El mar, casi liso, no conmueve a la masa del USS Forrestal mientras asume su posición dentro de la formación de portaaviones americanos, dando inicio a su primer día de operaciones en el teatro vietnamita. Ha sido un largo crucero desde el Mediterráneo, el Canal de Suez, el Mar Rojo, el Índico para arribar por fin al Golfo de Tonkín. La tripulación, harta de ejercicios y patrullas rutinarias, está ansiosa de entrar en acción.
Con los primeros rayos de luz, empieza el habitual ballet de tripulantes de cubierta. Reabastecer y armar al ala completa del portaaviones, tiene su ritmo y método. El CAG quiere que la primera función del Grupo Aéreo marque un antes y un después, además el ataque es importante.
Dos batallones de Infantería de Marina rodeados, han podido identificar un par de divisiones regulares de Vietnam del Norte, además de unidades del Pathet Lao. La cosa urge. Sin un importante apoyo aéreo, la existencia de las unidades norteamericanas se miden en horas.
En cubierta, el armero Ted Kazinky está trabajando en las coheteras de un A-4E Skyhawk, cuando al cargar un Zuni mk-32, el mismo sale disparado sin motivo aparente e impacta inevitablemente contra el avión directamente enfrente, otro A-4E, rompiendo los soportes de dos bombas de 1.000 lbs AN-M 65, viejas bombas de la época de Corea, y lo peor, el tanque de combustible externo, derramando JP-5 que inmediatamente se enciende con los múltiples fragmentos de propulsor del Zuni.
Estalla el Infierno.
Los equipos de bomberos tratan de sofocar las llamas, pero en la cubierta los aviones amontonados uno al lado del otro, llenos de combustible y la mayoría armados, explotan en cadena. Pronto, por el ascensor que se encontraba en posición baja, a punto de elevar un F-4 Panthom, el fuego llega a los hangares. Si bien es podido controlar más facilmente, ante la falta de combustibles, las pérdidas en vidas y material, son ingentes.
En medio del caos, una de las bombas al explotar abre la cubierta de vuelo y el combustible ardiendo se derrama en la cubierta Q-3, teniendo que ser desalojada la CIC del Forrestal. Y la electrónica que el fuego no consume, es arruinado por los galones de agua que la tripulación bombea para sofocar las llamas.
En menos de 10 minutos, más de 10 bombas de entre 1.000 y 750 lbs explotan, además de varias decenas de cohetes Zuni. La devastación es total, las pérdidas de vidas elevadas y el Grupo Aéreo del Forrestal, simplemente ha quedado reducido a la mínima expresión.
Gravemente incapacitado de operar, sin equipo eléctrónico, sin aviones, con graves bajas, CINPAC ordena al Forrestal abandonar Yankee Station y dirigirse en primer lugar a Subic Bay, Filipinas, mientras ordena al portaviones relevado por este, el USS Oriskany, virar y retornar a ocupar otra vez su puesto en la Taffy 77
Las tripulaciones del resto de la Taffy 77 ven alejarse al portaaviones aún humeante, mientras que más de uno piensa que los apodos del Forrestal, como Firestal, USS Zippo y Forrest Fire son merecidos.
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Andersen AFB, Yigo, isla de Guam
El General Bernard Shaw recibió la enésima llamada urgente desde Washington. Sumadas a las recibidas desde el Pentágono, creía haber estado en línea horas enteras los últimos dos días, tratando de explicar lo inexplicable.
Con la asunción al poder del Partido Chamorro y su gobernador electo David Mafnas, no habían pasado 48 horas que la Legislatura de las Marianas del Norte había aprobado por escaso margen, pero suficiente, denunciar la Resolución 21 de las Naciones Unidas, que otorgaba el fideicomiso de las islas a EEUU, para declarar su independencia. Y si bien no se esperaba un triunfo de Mafnas, a la ya sorpresa le sucedía lo impensable.
Lo siguiente fué el decreto que expulsaba a todo personal militar estadounidense de las islas, sin que afectara a los turistas norteamericanos. Y curiosamente, empezaron a llegar noticias de soldados chinos uniformados y armados por las calles de Saipan y Rota, un par de miles, que amablemente ayudaban a evacuar al personal americano por orden del gobierno mariano, según órdenes prolijamente redactadas por el nuevo gobierno.
Pero la bomba no había terminado de estallar completamente. En este mismo día a la mañana, la Legislatura de Marianas del Norte había aprobado un Tratado de Libre Comercio con la República Popular China, seguido de un segundo Tratado Anexo de Cooperación Militar y Mutua Defensa.
Sin embargo, sus precauciones del día le rinden fruto. Uno de los E-2 informa de numeroso tránsito aéreo rumbo a Saipán, lo que indicaría un puente aéreo a la isla. A Shaw no le quedan dudas que no transportan otra carga que no sea militar.
-Por lo menos, tengo algo concreto que informar, piensa mientras levanta el tubo para responder una vez más a los llamados.
Pekín, Operación Marco Polo
Zhou Enlai observa cuidadosamente a su interlocutor. Henry Kissinger luce agotado luego de 48 hs de negociaciones infructuosas.
La gira de que iniciara Kissinger en la región a principios de Junio y que también le llevó a Guam, Saigón, Bangkok, Nueva Delhi, Islamabad, para luego finalizar en París, se vió interrumpida por las noticias recibidas de la crisis en Marianas del Norte, lo que provocó la interrupción de su visita a Pakistan.
Durante una cena de Estado, Henry Kissinger, dice sentirse enfermo de forma repentina. Atribuye su malestar al cansancio y a los cambios recientes en su alimentación, pues lleva varios días de gira por países de Asia.
Su anfitrión, el presidente Yahya Khan, propone hospedarlo en Nathia Gali, una residencia vacacional que el gobierno tiene en las montañas, a unos 2.400 metros de altura y a varias horas de camino de Islamabad, asegurando que el clima fresco permitirá al visitante descansar y lograr una pronta recuperación.
Esa era la explicación oficial, pero no lo que realmente pasaba. Kissinger no se dirigió a Nathia Gali.
A bordo de la limusina que subió hacia la residencia de montaña iba, en realidad, un agente del servicio secreto ocupando el asiento del asesor de la Casa Blanca.
Mientras tanto, el presidente Khan, su aliado y cómplice, enviaba a Kissinger en un auto con su chofer privado al aeropuerto Chakala, ubicado las afueras de Islamabad, donde a las cuatro de la mañana abordó un avión civil paquistaní que le llevaría hasta China. Ese fue el comienzo de la Operación Marco Polo, la secreta y urgente visita de Kissinger a Pekín.
Zhou deja hablar a Kissinger, cuyo discurso es parte razonamiento, parte velada amenaza. Sabe que en estos momentos, Estados Unidos está tratando de salirse de Vietnam de la forma que sea y lo que menos necesita es otro conflicto armado, cuando todo el país es arrasado por masivas protestas en contra de una guerra altamente impopular. Apenas el pasado mes de Abril, más de 700 veteranos de guerra arrojaron sus medallas en las escalinatas del Capitolio y al día siguiente, medio millón de ciudadanos protestó frente a la Casa Blanca en rechazo de la guerra de Vietnam.
No, Estados Unidos no se enfrentará a China por unas islas en el Pacífico, más aún conservando Andersen en Guam.
Sin ceder un ápice en su postura, al levantarse del sillón, Zhou Enlai da por terminada la visita del Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Altamente frustrado, Kissinger se retira y vuelve a Islamabad sin perder más tiempo.
Sabe que no puede haber opción militar directa de los Estados Unidos para recuperar Marianas del Norte. Sabía esto desde un principio, así como sabía que lo chinos rechazarían cualquier negociación, pero antes de seguir, debía intentarlas.
Y también sabe que aún no se agotan sus cartas en el asunto. Hay opciones políticas que no implican un enfrentamiento armado... Para los Estados Unidos.
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Mar Mediterráneo, 38º 20´ 55´´N, 8º 32´ 31´´E
El ARA 25 de Mayo y el ARA Independencia, junto a sus escoltas, navegan a 22 nudos con rumbo directo al Estrecho de Gibraltar, una buena velocidad sin exigir a las recién renovadas máquinas.
Los buques, apenas 12 horas de recibidas las órdenes desde Buenos Aires, terminaron las reparaciones y evacuaron al personal civil de los astilleros, partiendo de La Spezia en tiempo récord, sólo entre el anuncio de las órdenes y la suelta de amarras, el tiempo justo para cargar combustible a pleno y aprovisionarse para una larga navegación. Curiosamente, las autoridades italianas sumamente bien predispuestas, fueron sumanente expeditivas, permitiendo con la mayor celeridad la zarpada.
En la Sala de Pilotos, un fastidiado Capitán de Corbeta Tigre esgrime una tabilla con papeles y me vuelve recrminar:
-Ud Teniente aún no ha certificado en cubierta con el Skyhawk, y no me venga con la sandez de la otra vez que es lo mismo un A-4 que un Panther porque tiene un motor y alas, sin contar que su certificación de Panther hace rato fué comida por las polillas. En Israel me hice el tonto, Ceteu, pero ahora certifica, o se queda en cubierta...
Pasando por detrás, Tucán sonríe sumamente divertido mientras le susurra un "este sabe cosas...." que fastidia más a Tigre.
Empiezo a abrir la boca, cuando entran en la Sala Charrúa, Pepper, Alma, Baco, Sepe, Tito, Goye y Hacha, lo que me libra de inventar otra excusa. En fin, que voy a tener que certificar como cualquier hijo de vecino sin dilatarla más, so pena que Tigre pierda definitivamente la paciencia.
Mientras toman asiento los recién llegados, Charrúa nos indica que hagamos lo mismo, mientras agrega:
-Ahí vienen Balker y Castor, seguro nos cuentan de qué va la cosa ahora.
Ingresan ambos, saludamos y nos hacen sentar. Balker toma la palabra.
-Como ya saben, recibimos órdenes de detener toda reparación y zarpar con la mayor rapidez. Lógicamente, quedaron muchas cosas sin terminar, y algunas ni siquiera se pudieron empezar.
Por ejemplo, los trabajos en las máquinas de ambos portaaviones fueron terminados, lo mismo la electrónica. Pero un trabajo importante que no se pudo ni siquiera empezar, es la catapulta del V-1. Posee un desgaste importante y no puede generar todo el impulso para catapultar un Skyhawk cargado a tope, así que tenemos una grave limitación en cuanto a cubiertas operables.
Tras los murmullos, Charrúa hace la pregunta que todos nos hacemos, puesto que lo otro ya lo sabíamos.-A donde nos dirigimos, Capitán?
El que contesta es Castor.
-Por ahora, nuestro itinerario es Gibraltar, cruzar el Atlántico y reunirnos con un par de petroleros de flota a la altura de San Juan de Puerto Rico...
Y haciendo una pausa que quiso ser dramática...
-De allí a cruzar el canal de Panamá, tras lo cual, ignoramos que más
Nos miramos entre todos más confundidos que nunca. De qué va esto?
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Sala de Situación, Ala Oeste de la Casa Blanca, Washington DC
El ambiente en la Sala de Situación es casi opresivo.
El Secretario de Defensa Melvin Laird, sostiene en sus manos aún el mensaje que recibiera de Henry Kissinger a través del Departamento de Estado. Una vez leído, nadie del Comité de Crisis expresa sus pensamientos. El personal de comunicaciones y el analista de inteligencia de turno hacen todo lo posible para pasar desapercibidos.
Williams Rogers, el Secretario de Estado, que también a leído un par de docenas de veces el mensaje, se revuelve en su sillón, suspira y toma la palabra:
-El Presidente ya me ha instruído sobre la presente crisis. No habrá acción militar directa de nuestra parte. Punto.
Los presentes empiezan a responder, pero Rogers levanta una mano cortando las voces...
-No agregaremos otro conflicto armado, la sociedad norteamericana está ya fragmentada con Vietnam, las manifestaciones se agravan, los jóvenes huyen a Canadá para evitar el Draft, mientras la situación en Europa no está mejor, los soviéticos y los países del Pacto de Varsovia son cada vez más agresivos en sus ejercicios militares. No, Nixon ya ha tomado posición: No enfrentamiento armado directo con los chinos.
Ante el silencio, agrega
-Sin embargo, no podemos quedarnos de brazos cruzados al fracasar la opción política. Henry sólo ha obtenido negativas y evasivas en Pekín, China a puesto un pie en el Pacífico y no soltará esa posición sin luchar. Mañana podríamos perder Guam de la misma manera. Así que... Ideas?
El Secretario del Interior, Morton, levanta la mano casi con timidez
-Pero las islas estaban bajo mandato de los Estados Unidos por resolución de las Naciones Unidas. No es un problema de ellos resolver este tema? Lo que ha sido violado no es territorio soberano de Estados Unidos, sino la Resolución 21 de la ONU que otorga la administración de las islas a su Consejo de Administración Fiduciaria, que a su vez lo delegó en nosotros.
Lo miran un poco sorprendidos, mientras los murmullos de aprobación corre por la mesa.
Pocos minutos después, todos están de acuerdo. Un comunicado redactado por Estado y Defensa es enviado ante el embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Las instrucciones son claras. Estados Unidos quiere las islas de vuelta y la retirada o expulsión de tropas de la China Comunista de ese rincón del Pacífico.
En el comunicado que debe trasladar el embajador a los demás miembros, las palabras claves son "situación inaceptable"
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El Secretario de Estado William P. Rogers abandona la Casa Blanca luego de la reunión del Comité de Crisis
21º 18´ 00´´N 157º 57´30´´O Canal de Ingreso a la Base Naval de Pearl Harbor
El Vicealmirante Wayne Lee observa desde el helicóptero la calcinada cubierta del USS Forrestal mientras este encara el ingreso al canal.
Luego de la escala en Subic Bay, Filipinas, para desembarcar muertos y heridos, el Forrestal recibió órdenes de dirigirse a Pearl para reparaciones. Pero Wayne, el segundo al mando de la base, no sabe que pretenden que hagan allí. Por el informe provisional de daños, el barco tendría que volver a Newport News para una prolongada reconstrucción, lo que no ocurrirá hasta dentro de largo tiempo, puesto que el astillero estará ocupado con la construcción de la nueva clase Kitty Hawk. No hay gradas disponibles para la bestia herida.
Lo más que pueden hacer, es amarrarla y dar mantenimiento a lo que esté sano. Lo otro, deberá esperar por bastante tiempo.
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Sede de la Organización de las Naciones Unidas, Sala del Consejo de Seguridad, Ciudad de Nueva York
Presidida por el gran cuadro del artista noruego Per Krohg, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llevaba reunido apenas 4 horas cuando se llama a votación.
Luego de la exposición del embajador George H.W. Bush, tan sólo cuatro países solicitan la palabra. Argentina, Inglaterra y Francia lo hacen para alinearse con la postura norteamericana. Rusia, luego de declararse en contra de cualquier tipo de colonialismo, no condena la posición norteamericana, después de todo, ellos ya tienen sus propios problemas en la frontera manchuriana con la República Popular China.
Y con sólo la abstención rusa, el Consejo de Seguridad emite la Resolución 21B/1971, creando una Fuerza de Paz para la restitución al estado anterior de las cosas en la cuestión de las Marianas del Norte, si en las siguientes 48 hs no es revertida la situación y retiradas las tropas chinas comunistas por voluntad propia. Un ultimátum con todas las letras.
En la misma resolución, dicha Fuerza de Paz es encomendada a la Argentina, cuyo embajador acepta y se retira para comunicar a su gobierno la noticia.
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Sede del Comando de la United States Pacific Fleet, USPACFLT, Pearl Harbor
El Commander in Chief, U.S. Pacific Fleet, CINCPACFLT, el Almirante de cuatro estrellas Bernard "Chick" Clarey lo mira al Vicealmirante Lee como si este en ese momento estuviera bailando el Hula-Hula con una falda pau y un lei en la cabeza...
-Ud ha perdido la cabeza, Wayne?
Lee lo mira comprensivamente y vuelve a explicar su idea:
-El USS Forrestal por años no podrá tener un dique seco adecuado para ser reparado a las condiciones adecuadas para servir en nuestra Marina, entonces, porque no prestarlo a una marina aliada en una causa que directamente sirve a los Estados Unidos, en una situación donde justamente no podemos involucrarnos?
Sabemos por nuestros propios informes de Inteligencia, que la FLOMAR no está en óptimas condiciones, el POMA si bien está reparado al 100%, ya acusa su edad y desgaste, el POIN ni siquiera vió terminadas sus reparaciones, por lo que sabemos, su uso como cubierta de vuelo es marginal. Y cunado lleguen aquí, más que aprovisionarlos y darles algunos A-4, simplemente no tienen más capacidad de transporte.
Y las órdenes de Washington son claras: Debemos asegurar que la Fuerza de Tareas argentina pueda retomar las islas. En 1944, Spruance tenía bajo su mando 535 buques de todo tipo, desde portaaviones, acorazados, etc. Con una cubierta y media, con sólo escoltas ligeros y en un ambiente de guerra moderno, si bien los chinos no son los japoneses, simplemente no alcanza. Y mientras discutimos esto, las islas son reforzadas.
Ya prestamos un portaaviones a España y varios a Francia después de la Segunda Guerra, el antecedente está. Sacar un buque de la reserva lleva un tiempo que no tenemos, los Essex están ocupados, los Midway ni hablar. Sólo nos queda el Forrestal, que está degradado en sus funciones a poco más que un casco sin capacidad bélica. Reitero mi propuesta: Equiparlo con la electrónica retirada del Oriskany cuando su modernización, equipar sus talleres para el mantenimiento de los A-4 únicamente, y llenarlo de Skyhawk.
El Almirante Clarey asiente pensativo...
-Se olvida de algo Wayne, el Forrestal no es una canoa, hay que tripularlo, Ud cree que los argentinos traen 5.000 tripulantes extra calificados para operar un portaaviones de esa magnitud?
Sonriendo, Wayne Lee aclara:
-Para eso también tengo un plan
Luego de explicarlo, empieza un frenético intercambio de mensajes entre Pearl y Washington
Base Naval Pearl Harbor, a bordo del ARA 25 de Mayo
Con Pepper estamos parados a proa del POMA, mientras las unidades de la FLOMAR van amarrando. Pepper, aún influenciado por la película Tora Tora Tora, que vimos el año pasado, trata de imitar a James Whitmore, en su personaje de Halsey:
-Ceteu, cuando esto termine, sólo se hablará japonés en el Infierno
No puedo dejar de reírme, su acento es gangoso y simplemente horroroso, parece que hubiera tenido un ataque cerebral.
Se nos une Charrúa, al que no podemos dejar de preguntar por Balker y Castor, que durante el cruce del canal de Panamá, desembarcaron. No tuvimos más noticias de ellos. Tampoco Charrúa puede darnos noticias al parecer, porque sólo se encoge de hombros.
El POMA inicia la maniobra de amarre ayudado por un par de remolcadores, mientras a popa, el POIN espera su turno. En el mismo muelle, se encuentra el USS Forrestal con la cubierta llena de obreros trabajando con sopletes y chapa de acero naval, mientras otros pintan el casco. Asombrados, vemos flamear una bandera argentina a popa. Será un saludo, un homenaje?
Al acercarnos al muelle, vemos que en el mismo nos esperan Balker y Castor, junto a una figura que viste el uniforme de la Armada y me resulta familiar, pero que no logro ubicar.
Una vez colocada la plancha, suben los tres y ahí sí, literalmente los tres nos quedamos con la boca abierta. El tercero es Wayne Lee, que estuvo de observador durante la campaña de Crimea abordo del POMA. Hoy luce uniforme argentino con hombreras de Capitán de Navío.
Pasan los tres delante nuestro, nos devuelven el saludo en medio de risas por nuestra facha de desconcertados, y riendo, Castor me alcanza una revista enrrollada.
-Hace rato que están desconectados, muchachos, hay montones de noticias que se perdieron. A reunir al personal y a la sala de briefing en 15 minutos para una sesión informativa, que en 48 hs partimos al Teatro de Operaciones.
Intrigados, volvemos a saludar para retirarnos, cuando agrega:
-La ONU nos encarga la tarea de recuperar las islas Marianas
Mientras me voy, hecho un vistazo a la revista. Literalmente, quedo clavado en el piso. Cuando Pepper y Charrúa me miran inquisidoramente, les muestro al portada:
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Casa del Gobernador, Saipan
Xiao Zhang camina imperturbable al lado del general Zung Lu Bu al salir de la reunión con el Gobernador Mafnas. Sinceramente, la opinión del joven chamorro le es totalmente indiferente. Ya no se trata de poner pie en unas islas del Pacífico y expander el área de influencia china más allá de sus costas inmediatas. Las cuestiones políticas internas en las islas no le interesan en lo más mínimo. El ataque argentino ha cambiado el juego.
La Resolución de la ONU, si bien esperada, ocurrió con rapidez y con la sorpresa de la abstención de la Unión Soviética, luego de lo cual, los engranajes del decadente imperialismo occidental actuaron con rapidez, al utilizar al GAE argentino como fuerza de tareas a su servicio con la misión de desalojar a las fuerzas chinas y volver la administración de las Marianas del Norte a los anteriores gerenciadores. Y astutamente, sin utilizar abiertamente fuerzas norteamericanas en ello.
-En fin, General, pasando a lo importante, que es lo último que sabemos de la situación en Isla Pagan?
Frunciendo el entrecejo, Lu Bu pone una expresión entre orgullosa y petulante...
-La Fuerza de Tareas imperialista atacó Isla Pagan, eliminando un radar de búsqueda aérea y averiando algunos de los buques presentes en la isla, antes que estos terminaran de descargar todo el material. Lamentablemente, los tramos de la pista de acero que pensábamos instalar se perdieron, quedando la base sólo operativa para helicópteros. Pensándolo bien, la hemos sacado barata y los argentinos sufrieron pesadas pérdidas por parte de nuestras defensas. Sólo sus cazas cobraron tributo a las PACs presentes en el lugar. No creo que estén felices en este momento y deben estar replanteando sus tácticas.
Zhang asiente:
-Próximo paso?
Lu Bu enciende un cigarrillo y pensativo reflexiona en voz alta:
-Nuestra próxima movida debe ser fortalecer Pagan, los argentinos volverán, esté seguro. Cuando estuve destinado a la Escuela Frunze en Moscú para intercambio con los rusos, me transmitieron sus experiencias contra ellos en el enfrentamiento que tuvieron en el Atlántico Sur. Aún lamentan sus pérdidas en submarinos, las cuales según entiendo no terminan de reponer.
Y a la vez, debemos ser proactivos y buscar a la Fuerza de Tareas enemiga y destruirla. Y con los medios que tenemos aquí, podemos defendernos hasta cierto punto, pero claramente no podemos ser ofensivos a nivel aceptable.
Antes de venir aquí, hemos previsto esta contingencia, así que lo próximo es pedir un par de regimientos de bombarderos H-6, aviones de exploración aeronaval, más cazas para defensa y reforzar las tropas presentes en las islas, mínimo un par de divisiones, amén de artillería, tanto AAA como costera.
Infantería y artillería las concentraríamos en Saipan, Tinian y Rota. Con esas herramientas podemos defender, y lo más importante, con los aviones de exploración y los bombarderos, atacar. Si no hacemos esto, los argentinos siempre tendrán la iniciativa, y nos rondarán como un tigre acecha una manada de bueyes, dándonos zarpazos a su placer. Debemos terminar con eso, porque a la larga, ganarán.
En dos horas, el comunicado con la solicitud de Lu Bu para las siguientes acciones es recibido en Pekín, que inmediatamente inicia el refuerzo de las islas, tanto por aire como por mar.
La Operación Avalancha Roja empieza a rodar.
Sin embargo, la sorpresa no es demasiado, los norteamericanos captan por satélite KH-8 Gambit 3 un avión en la pista de Saipán.
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Pyongyang, Corea del Norte, cartel de propaganda augurando la destrucción de la Fuerza de Tareas en solidaridad con la República Popular China
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La propaganda bélica empieza a inundar las calles de las principales ciudades chinas y norcoreanas, enardeciendo las multitudes e incitándolas a apoyar al Ejército Popular en la nueva campaña.
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Isla Pagan, Marianas del Norte
Aún conmocionado en su interior, el Coronel Wang Chung, a cargo de las fuerzas del Ejército Popular en la Isla Pagan, contempla los daños sufridos en las inmediaciones de la pista, donde milagrosamente los tres transportes Antonov se encuentran incólumes, en vivo contraste con lo demás. Es un típico producto de la Academia Militar de Whampoa, que apenas recibido, se integró a las fuerzas revolucionarias comunistas. Lleva todo el tiempo, el carnet del Partido sobre su corazón. Muy pocas veces su rostro expesa algún sentimiento.
Un humo espeso sale de los restos de varios contenedores, tres camiones y un par de vehículos de artillería antiaérea pulverizados por las bombas de los Skyhawks del GAE. A pocos metros, son atendidos los heridos con los pocos medios a disposición, ya que entre los contenedores destruídos, además de otras cosas, estaba el equipo médico. Los gritos de dolor son insoportables, el humo fétido y además, el decaído ánimo es evidente en los rostros.
Una última mirada a la bahía le muestra un par de buques en diversos grados de hundimiento. Más pertrechos a los que decirles adiós. Por suerte, la carga de los Antonov aún estaba en los aviones y allí continúa intacta. Esa eléctrónica será de gran ayuda en prevenir más ataques.
Cansado, da la pequeña caminata que lo lleva a su puesto de comando, donde el sargento Lung Chan le alcanza un poco de té caliente. Hambriento, le pide algo de comer, tras lo cual recibe un cuenco de arroz blanco frío. Extrañado le pregunta a Chan porqué tan frugal tentenpié, a lo cual el sargento le comunica que entre lo destruído, está la cocina y los contenedores de provisiones.
Suspirando, le pide unos palillos para comer, tras lo cual el sargento señala al barco más próximo que se hunde y dice quedamente:
-Camarada Coronel, quedaron a bordo del buque, apenas hay algunos cuencos...
Chung da un grito ahogado de furia y estrella el cuenco contra la pared
-Malditos argentinos, lacayos del imperialismo, hijos de un buey tuerto....
Por una vez, ha perdido la impasibilidad.
Mar de Filipinas, 510 millas al Oeste de las Marianas del Norte
El transporte de tropas se mece pesadamente en el oleaje del Pacífico. Es parte de un convoy de cuatro troopships y cuatro escoltas que transportan al 1º y 2º Batallón de Infantería de Marina de la Armada de Filipinas, cuyo objetivo es desembarcar en Isla Pagan, Marianas del Norte, misión encomendada por la ONU en el Anexo A de la Resolución 21B/1971, dando así a Filipinas la parte terrestre de la recuperación de las Marianas, en apoyo al GAE argentino, encargado de ablandar las defensas y destruir toda presencia bélica china en las mismas.
El Sargento Mayor Eleuterio Marcos recorre las bodegas donde los hombres de su batallón languidecen en los camastros de tres niveles, sumamente pálidos y algunos de una enfermiza tonalidad verde. Muchos visitan los estratégicamente ubicados barriles para el vómito. Sin dudas, el Pacífico no ha dejado de zarandear las naves desde la partida de Bahía Subic, hace ya cinco días.
Y con suerte, en tres días entrarán en acción. -Cualquier cosa con tal de desembarcar de esta maldita carraca maloliente, piensa el Sargento Mayor, mientras sube la escala buscando aire puro en cubierta, so pena de ser barrido por una ola.
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Aeropuerto Internacional de Saipan
El esbelto fuselaje del H-6 retumba cuando toma bruscamente contacto con la pista, a pesar de lo cual, el Coronel de la PLAAF, Liang Guanglie, no puede reprimir un suspiro de alivio. Al regresar del bombardeo a la flota de las Naciones Unidas, nervioso y angustiado, no pudo establecer contacto visual con otras naves de su escuadrón, ni tampoco recibir informes radiales para no delatar el rumbo de retorno. Ha visto caer a un par en llamas y quizás las pérdidas fueron graves.
Sin embargo, en la plataforma de dispersión puede ver 5 aviones de la escuadrilla, por lo que las bajas serían los dos que vió caer. No es bueno un 25% de pérdidas, pero pudo ser mucho peor, debido a la rápida reacción de los Skyhawks argentinos. En fin, que nadie le prometió que serían vacaciones pagadas por el Estado.
Pone los frenos de estacionamiento y mientras el copiloto y el ingeniero de vuelo cierran todos los contactos, ya está pensando en el informe que debe rendir a la superioridad y en la próxima salida al norte. No han logrado hundir la flota de desembarco ni aún han ubicado a la fuerza de tareas de la ONU.
Exploración, quizás tentativamente hacia el norte y oeste para ubicar a la Fuerza de Tareas de la ONU y destrucción de la fuerza de desembarco, esta última en ruta o en el proceso de desembarco en Pagan. Tendrá que ser una salida en fuerza y no sólo de los H-6.
Mientras va ensimismado en sus pensamientos, no se da cuenta que pasa sin notarlo delante del general Zung Lu Bu, que lo espera para informarse de los resultados. Llamado la atención de un modo brusco y con palabras poco amables, mientras que rápidamente saluda, Guanglie se da cuenta que rendir el informe, quizás sea más difícil que la misión de la que acaba de llegar.
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Aeropuerto de isla Tinian
El pesadamente cargado Shenyang J-6 acelera rápidamente por la pista, impulsado por las dos turbinas Liming Wopen-6A, copias del Mig-19 y las Tumansky RD-9B. La versión china del Farmer soviético atruena y retumba, medio patina en la pista mojada por la abundante lluvia, y su piloto, el Mayor Zao Chang, empieza a temer que los 2750 mts de pista no alcancen. Sin embargo, a menos de 100 mts del final, el avión abandona el suelo.
Tranquilizado, suspira mientras sube tren, toma altura e inicia un circuito sobra la base, mientras observa como el resto de los aviones abandonan el suelo, algunos por los pelos como él. Mientras pasea la mirada sobre el horizonte, distingue los aviones que también despegan de Saipán.
-Los malditos lacayos imperialistas la van a tener complicada hoy -piensa mientras pilotea automáticamente, recordando la reunión pre-vuelo- Mientras los camaradas recuerden las indicaciones de cómo entrar y salir, tenemos buenas posibilidades de destruir la fuerza de desembarco y sobrevivir a sus cazas
La formación por fin se ordena y con un aleteo de alas, Chang pone el rumbo que indirectamente lo llevará a la zona de combate. Habrá que esquivar los densos cúmulus cargados de lluvia, pero también está previsto.
Zao Chang dando las indicaciones prevuelo y cómo combatir los cazas argentinos, delante de los aviones listos para la incursión.
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Algún lugar del Mar de Filipinas, al Oeste de las Marianas del Norte
El Contralmirante baja los binoculares, luego del enésimo recorrido por el horizonte a proa. Sabe que es un gesto por demás inútil, pero por lo menos, le da algo que hacer. Hay muchos vigías escrutando desde los buques los 360º del mar que rodea al convoy, que navega en Condición EMCOM. Ninguna comunicación entra o sale del convoy, ningún radar o sonar activo delata su posición. Sólo los escoltas muy lejanos baten el mar con sus sonares, ahuyentando a cualquier submarino curioso.
Y así y todo, no está tranquilo, la falta de noticias u órdenes lo desconcierta, aunque está acostumbrado. Nunca tuvo la completa confianza del Partido, a pesar de una foja de servicios impecable durante los 25 años de servicios. Y sabe que a sus espaldas lo llaman El Emperador, con cierto grado de respeto y a la vez, desconfianza. Persona de gran inteligencia, el Contralmirante Wang Puyi, siempre ha destacado, lo que muchas veces molestó a personas de menor valía, pero mejor ubicados dentro de la jerarquía partidaria e influyentes.
Es por eso, que ni siquiera pudo planear la ruta del convoy, simplemente le fué impuesta. Y su instinto le dice que está en una posición muy mala. Lo último que supo de la Fuerza de Tareas de la ONU, es que operaban al Norte de las Marianas. Y él se encuentra navegando ligeramente al norte de Pagan, con el objetivo de reforzar la guarnición de la isla con un batallón más y dejar suministros, para continuar hacia Saipán y Tinian y desembarcar el resto de la División de Fusileros 125, veterana de los enfrentamientos en Manchuria contra los soviéticos.
Luego de una nueva recorrida, eleva una plegaria a los Dioses del Clima. Ojalá el tiempo se mantenga. Esas lluvias dispersas y nubes bajas, ayudan a enmascarar al convoy y lo hacen una presa elusiva, a pesar de su tamaño, demasiado grande. Otra cosa que hubiera cambiado, varios convoyes pequeños, mucho más dispersos. Idea que fué rechazada cuando la planteó. Pero no, preferían todos los huevos en la misma canasta, con la ilusión que así se los podrá defender mejor.
-Qué maldita tontería...
Unos minutos más tarde, pide una actualización de situación y se retira a su camarote a tomar un té.
Mientras sorbe un trago demasiado caliente que lo hace maldecir, piensa que está en esa situación porque sus superiores no confían en él, sólo por tener el mismo apellido que el último emperador de China.
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En algún lugar del Mar de Filipinas, al oeste de Pagan
El Mi-8 vuela raudo apenas debajo de la nubes atravesando la lluvia que de a ratos es torrencial, reduciendo la visibilidad a un par de millas.
Wang Chang Quein, el piloto, cuya autoestima está al tope desde el escape de Pagan, se sabe muy capaz de cumplir con la misión. Luego de alardear delante de todos acerca de como se había escurrido en las propias narices de los inútiles pilotos argentinos, según sus propias palabras, merced a su habilidad, un poco se había transformado en un héroe gracias a la publicidad que ello le trajo entre sus colegas y noticieros publicitarios emitidos en su país, así como también la atención de sus superiores, los que confiando en sus dotes de helicopterista, le dieron una muy difícil misión, encontrar el convoy que se dirige a Pagan y entregar el cambio de órdenes que los aleje de esa zona peligrosa por la presencia de la Fuerza de Tareas enemiga.
Según sus cálculos, en poco tiempo calcula arribar a su destino. Confiado, ordena a la tripulación que abran bien los ojos. No quiere perderse en el mar y encima, no cumplir la misión. Todos redoblan la vigilancia de un mar, que por ahora, sigue desierto.
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Mar de Filipinas, al Oeste de Isla Pagan
El Contraalmirante Puyi mira esperanzadoramente al cielo, rogando que el tiempo empeore y ayude al escape de su diezmada flota. Para mayores posibilidades de evadir nuevos ataques, la ha dividido en dos formaciones, lo más separadas que se atreve a fin de no facilitar los ataques que sin dudas se renovarán.
Además, tirando por la borda todo sigilo, ha radiado a los cuatro vientos su posición, en clave, solicitando ayuda de unidades navales y cobertura de cazas. De qué sirve tratar de permanecer oculto, si ya los argentinos los tienen perfectamente localizados. Si bien no pueden decodificar, los radios simplemente actualizan su ruta y velocidad, por un tiempo. Pasado un tiempo, variará ruta y velocidad, quizás logre comprar un poco de tiempo hasta que llegue la ayuda.
El ataque aéreo fué atroz, directamente suicida en su repetición. Haciendo caso omiso a una defensa encarnizada, los Skyhawks argentinos, aún pagando un precio oneroso, lograron que una gran parte de los buques fueran hundidos, con muy pocos que quedan indemnes, a pesar que pocos aviones pudieron escapar a las defensas. La lista de bajas, aún sin ser definitiva, es sumamente elevada, difícil de digerir. También recuerda con angustia al helicóptero que se acercaba a su nave, que desapareció en una napa de fuego a ser impactado por un misil aire-aire. Seguramente traería algún mensaje de advertencia, pero a pesar de la habilidad y coraje necesario para semejante vuelo, fué demasiado tarde, demasiado inútil.
Tratando de alejar pensamientos pesimistas y dejando para después las evaluaciones del desastre, indica un cambio de rumbo a los barcos que lo acompañan mediante señales con el reflector, rumbo a una zona de chubascos. Cuánto más tiempo pueda estar oculto, más sobrevivirán sus buques.
Y sin embargo, no puede apartar de su mente las imágenes de sus barcos siendo destrozados por los Skyhawks argentinos.
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Al sudoeste de Isla Pagan
Era una navegación tranquila. A pesar de las advertencias que la zona no era segura debido a los enfrentamientos entre las fuerzas chinas y las de la ONU, el Capitán Joseph Hardhead, no tenía grandes preocupaciones. En su momento, sólo se avistaron varias estelas de condensación juntas con rumbo norte, claro indicio de alguna formación de aviones militares, demasiados altos como para identificarlos.
Su barco, el SS High Petrol Cube, un superpetrolero que hacía ya su décimocuarto viaje a Japón con 150 millones de galones de petróleo, vitales para la economía nipona. Nunca una novedad, la verdad es que la navegación era aburrida como ver crecer pasto o secar pintura. Su tripulación altamente entrenada, mantenía todo bajo control, sujeto a constante supervisión, como correspondía a una bomba flotante gigante.
Cuando el Tercer Oficial Firelegg le llama la atención sobre un avión aproximándose justo debajo de las nubes bajas, levanta los binoculares levemente interesado. Una oportunidad de distraerse un poco con la novedad de un avión volando bajo.
Nota que el avión blanco, pone proa al petrolero. -Seguramente, tratará de identificarnos, piensa. Al enfocar mejor los binoculares, nota que es un avión de combate y ya más interesado, que aparentemente lleva armamento externo. A los pocos segundos, ya perfectamente visible a simple vista, ve asombrado como se separan varios puntos oscuros del avión, que pasa como un relámpago sobre la cubierta por delante del puente de mando.
Sólo llega a notar que a proa del avión blanco un número se destaca antes que las bombas impacten haciendo explotar 162.000.000 de galones de petróleo en una inmensa bola de fuego que opaca al Sol, rompen los vidrios las ventanas y los consume en un segundo sin siquiera tiempo de gritar.
Sólo un último pensamiento antes de la nada: un número 26
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Sede de la Organización de las Naciones Unidas, Sala del Consejo de Seguridad, Ciudad de Nueva York
Otra vez el gran cuadro del artista noruego Per Krohg preside una reunión del Consejo de Seguridad, en esta ocasión, bastante agria. El incidente del superpetrolero SS High Cube ha tocado demasiados intereses, entre ellos los de Estados Unidos, cuyas bases en Japón deberán limitar sus operaciones hasta suplir el combustible perdido en el desafortunado ataque.
Luego del discurso del embajador Bush y su retórica reprensiva hacia la Fuerza de Tareas argentina por el incidente, dice algunas medidas palabras de aliento y comprensión. Después de todo, dicha Fuerza de Tareas actúa para restaurar el antiguo status quo de un territorio administrado por... Estados Unidos.
Luego de varios discursos, todos ambivalentes entre la condena y el elogio, el embajador de la República Argentina, Carlos Ortiz de Rozas, propone una solución, que es aceptada por los países miembros, con la abstención de la Unión Soviética.
A partir de la Resolución 21C/1971, se establece una zona de exclusión de 100 millas alrrededor de las islas Rota, Saipán y Tinian, distancia tomada desde las costas de dichas islas. Todo tráfico naval de gran porte tiene prohibida la navegación en dichas aguas, salvo autorización especial que las Naciones Unidas, cuyas fuerzas inspeccionarán dichas naves antes del ingreso a las aguas afectadas por la Resolución y luego monitorearán su ruta hasta el destino declarado. Las naves de gran porte que se encuentren en aguas de las Marianas del Norte, tienen 24 hs para abandonar las mismas, so pena de ser atacadas por sospecha de tráfico militar, incluso estando en puerto. Una ruta de acceso a la isla Guam será establecida al sur. La navegación con ese destino deberá anunciarse y no salir de dicha ruta establecida.
Queda excluída de la prohibición el tráfico de cabotaje interisleño y los ferrys civiles de pasajeros. Bajo ningún concepto se atacarán dichas naves. Por otro lado, los buques hostipales siguen bajo protección de la Convención de Ginebra.
Los vuelos con destino a las tres islas sometidas a bloqueo quedan prohibidos, salvo los aviones de pasajeros afectados al tráfico civil. Todo otra aeronave civil será derribada luego de ser identificada y no responder a la solicitud de desvío a Guam. Transportes militares serán derribados sin previo aviso. Aviones de combate serán derribados sin previo aviso
Inmediatamente, la Resolución 21C/1971 empieza a recorrer los canales diplomáticos y son emitidos los radioavisos a los buques en navegación en aguas del Pacífico y los NOTAM correspondientes a las empresas de aviación que cubren dichas rutas.
Las Operaciones en torno a las Marianas del Norte, empiezan una nueva etapa.
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HMAS Onslow, 25 millas al noroeste de Rota, 02.32 am
La misión del Onslow parecía un simple ejercicio hasta ahora, no pudo dejar de pensar el Capitán de Fragata James Bartley.
"Es entrar y salir, los malditos comunistas no pueden gobernar un bote de remos. Ni sabrán que estuvo allí" sonrió Bartley, recordando las palabras del Vice Almirante Victor Smith, el Jefe de Estado Mayor de la Real Armada Australiana. "Y no deben saber que estuvimos aquí" Sonrió para sus adentros. Australia no estaba incluída en el Mandato de la ONU con respecto a las acciones en Marianas del Norte, pero eran el único submarino diesel disponible en varias miles de millas de distancia, lo suficiente como para esta operación "extraoficial", con el suficiente olor a CIA como para apestar. En fin, una de esas operaciones que no aparecen en los libros de Historia, pero labran una reputación.
La tarea, acercarse sigilosamente a las playas de Lalayak, al norte de Rota, y embarcar al Administrador General de la isla, Roberto Sandalio de León. Este político local, antiguo opositor de David Mafnas y ferviente anticomunista, ya había chocado con la administración militar china. Amenazado de ser pasado por las armas, decidió desertar y llevarse con él, mapas con todas las posiciones de defensa chinas en Rota, cantidad y calidad de tropas y que tipo de armamento poseían, además de información acerca de su moral y mandos. "Alguien planea alguna travesura en Rota"
Acercarse a la playa, emerger escasos 5 minutos para embarcar a de León y sumergirse llenó de nerviosismo a Bartley. Ahora, una vez sumergidos y navegando con los diésel a profundidad de snorkel, empieza a relajarse y tomar las cosas con calma. Navegan en la zona de exclusión sumergidos, por lo que ningún radar los detectaría y la navegación enemiga fué fuertemente golpeada por los argentinos, por lo que considera que no se topará con patrullas enemigas de superficie de momento. Mientras pueda navegar sumergido con snorkel, aprovechará para mantener las baterías cargadas al máximo, para pasar a eléctricos a partir del amanecer y no delatarse con la estela del tubo del snorkel a cualquier avión de patrulla chino.
Y es ahora cuando el sonar pasivo detecta un par de motores diésel y Jones, el sonarista, avisa que el conteo de palas es muy alto. Buque militar sin dudas. Y la marcación no cambia, tiene rumbo directo al Onslow.
Bartley está atónito. Seguramente, es un buque patrulla y ha detectado sus motores diésel en forma pasiva. Maldiciendo, ordena puestos de combate, sumergirse y marcha silenciosa. Sin embargo, cuando está llegando a los 90 mts de profundidad, el casco es sacudido por impulsos de sonar activo. Y no hay duda que el patrullero chino ha conseguido un retorno, puesto que Jones anuncia caída de objetos al agua. En instantes, el Onslow es sacudido por violentas explosiones, las luces se apagan y las alarmas de inundación empiezan a sonar en todo el casco del submarino.
El informe del ingeniero es lapidario, el Onslow está en graves problemas. Los motores eléctricos han saltado de sus asientos, filtran agua las baterías y el gas de cloro empieza a filtrarse en los sectores del casco. Sin propulsión, no hay duda, se hunden.
Bartley manda soplar los tanques, cuando su segundo le recuerda que nadie debe saber que la nave es australiana, ya que nada pinta un buque australiano por allí. Sin dudar, pide una solución de tiro sobre el patrullero, cuya posición es anunciada a los cuatro vientos por su sonar activo. Tampoco duda que no podrá escapar sin combatir, los chinos apenas rompa en superficie, los cañonearán. No hay salida, una vez que le gritan la que la solución de tiro a sido resuelta, ordena que disparen el Mark-37.
Cerca de la superficie, captan cuando el torpedo pasa de pasivo a activo. Escasos segundos después, una tremenda explosión vuelve a sacudir al Onslow, en el momento que rompe la superficie. Una vez en el puente, Bartley sólo encuentra una nube de humo que se aleja suavemente impulsada por la brisa. No hay restos, ni sobrevivientes. Esperanzado que el hundimiento sea achacado a la Fuerza de Tareas argentina, pide al navegante que trace un rumbo de salida directo de la zona de exclusión y al ingeniero que reporte la condición del Onslow una vez ventilado el casco de los gases. El último informe lo consterna.
El Onslow tiene un solo motor diésel operativo, un eje de transmisión doblado y no puede sumergirse. Tiempo estimado de las reparaciones: No menos de 36 horas con los recursos abordo.
A Bartley, no le quedan muchas opciones. Transmite un mensaje exponiendo su situación, lo más breve posible y sin identificarse. Sólo les queda rogar que sepan interpretarlo y que la ayuda llegue pronto.
"Entrar y salir..."... Claro que sí.
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Aeropuerto de Rota, 19.15 hs
Castor muestra una sonrisa satisfecha mientras me describe las bondades del Learjet 25 que se apoderó sin ningún empacho al descubrirlo en uno de los hangares civiles. La pintura es un poco pobre, pero tiene las anclas y la leyenda Armada, que define claramente su pertenencia. Pero, curiosamente, no posee una matrícula.
Hay revuelo entre los civiles presentes. El primer pasajero que Castor trajo a Rota, no es más que el antiguo administrador zonal, De León, luego de su aventura en submarino. Viene a restaurar la antigua Administración y ocuparse de los problemas civiles, a los cuales, realmente no podemos prestar gran atención mientras dure la campaña.
En un rincón de la plataforma de dispersión, están los 4 Hércules y cerca de ellos, clasificando material de guerra, se encuentran los paracaidistas que vinieron con ellos. Dentro de ese grupo, se destaca por presencia y gestos, el Coronel Oliverio von Gustav, comandante del Regimiento. Lo conozco personalmente y se de su manía por la preparación al detalle. Y por lo visto, alguna acción se está cocinando.
Se nos une Tucán, otro que tiene una sonrisa de oreja a oreja.
-Vieron la media docenita de F-5 que están en el último hangar? parecen bastante intactos...
Con Castor nos miramos extrañados. Hemos curioseado en todo el aeropuerto y no vimos ningún F-5... Ni nada asociado a ellos.
-De qué Diablos hablás? Acá no creo que haya ni un tornillo de F-5
Tucán nos brinda la sonrisa de satisfacción del que sabe algo que los demás no...
-Es que los van a poder ver de noche, de día no se ven. Esperen hasta las 22.00 hs. y vayan al último hangar.
Mientras lo miramos un tanto incrédulos, no podemos saber que en Guam, han descargado algunos pertrechos destinados a Vietnam del Sur para darles otra utilidad...
En Guam preparan unos aviones para su traslado a Rota
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ARA 6 de Octubre, Mar Arábigo, al norte de Isla Socotra, con rumbo al Golfo de Adén, 08/01/1972
Creo que los norteamericanos no nos soportan más y esperan con desesperación sus nuevos destinos en la Sexta Flota y que sus relevos argentinos se hagan cargo de nosotros. Sólo el Capitán, Wayne Lee, nos salva que nos encierren o nos arrojen por la borda en un "descuido". La fiesta de reencuentro, se nos está escapando un poquito de control.
Y es que apenas terminadas las Operaciones en Marianas, la Fuerza de Tareas partió inmediatamente de la zona de operaciones, por la sospecha del arribo de varios submarinos chinos, que si bien no podrían cambiar ningún resultado, podían provocar alguna pérdida importante de manera innecesaria.
Sin embargo, esto dejó a varios pilotos fuera del barco antes de su partida. Y los norteamericanos, generosos, y sabiendo que la FT tenía Fremantle como primer destino, nos dieron pasajes a diferentes destinos para unas breves vacaciones. Pero eventualmente, sea en Fremantle, o en tránsito al pasar por Singapur, Tailandia y por último desde Calcuta, todo el Grupo Aéreo se encuentra reunido, salvo Baco, que se encuentra en Adén. Fué víctima de una broma pesada de los norteamericanos. Le dijeron que lo mandaban a una playa tropical y lo subieron a un avión con destino a Subic Bay. Y a las pocas horas de estar allí, se esparció el rumor de la presencia de un piloto argentino intensamente buscado por la PM filipina. Hasta que un avión lo sacó vía Vietnam con transbordo a un avión inglés de transporte, vivió encerrado. Y ahora aguarda en Adén el paso del portaaviones, un lugar que tampoco es muy tranquilo que se diga ni brinda grandes diversiones.
En medio de los brindis sumamente reiterados, un improvisado picado en el comedor que nadie sabe como terminó, salvo que con algunos magullados, una danza en paños menores de Alma y Castor, unos chistes de Ceteu que nadie entiende, Sepe y Monty tratando de explicar a una concurrencia alcoholizada ciertos adelantos técnicos que ni sobrios entenderían la mayoría, Balker que habla del legendario piloto que volaba sin ver, un Charru tranquilo, que habla de su cumpleaños y lo tacaños que somos, ya que encima que no le regalamos nada, le ponemos tragos en su cuenta, mientras Pepper tiene un par de botellas de JW Black delante y se le nota feliz, es que empiezan las anécdotas y momentos que nos permiten cerrar la historia de la Operacción Yellow Storm.
En Fremantle, el capitán del Onlow, Bartley, preguntó por su evacuado, De León. Se le pudo contar que es el nuevo Administrador General de las islas, en lugar del fallecido David Mafnas, oportunamente muerto en extrañas circunstancias. Y es que murió cuando su auto fué alcanzado por una única bomba arrojada desde un solitario Skyhawk en los últimos minutos de la campaña. Lo que lo hace más irónico, es que seguro él no era el destinatario, lo que nos lleva a la muerte del último Comandante conocido de la fuerzas chinas, el Coronel Luang Wang. Según su ayudante recién culminaba una reunión en el HQ con Mafnas donde este desesperado le pedía evacuación, cosa imposible para cualquiera. Mientras en la puerta del edificio que albergaba el HQ veían como el auto de Mafnas desaparecía detrás de la pequeña colina al norte, un Skyhawk cruza raudo el cielo y suelta una bomba. Wang, agotado por días enteros de alertas continuas y malas noticias, una terrible disentería por comer mariscos en mal estado, sumado a la angustia de un negro destino al regresar a la patria, cae fulminado de una apoplejía, sin llegar a notar que la bomba erra el edificio y cae detrás de la pequeña colina al norte, donde luego de la explosión, sale una columna de humo negro y grasoso, señal que se quema combustible de algún vehículo, con seguridad el de Mafnas, que no puede escapar a su destino.
Una vez conocido la muerte de ambos, las fuerzas chinas, sin directivas que obedecer y una moral totalmente destrozada, ya sin misiles ni apoyo aéreo, con pleno conocimento que no recibirían suministros ni apoyo de ninguna clase, cesaron toda resistencia gradualmente. En los sectores que aún resistían, por canal abierto los oficiales chinos rendidos, los instaban a abandonar la lucha de inmediato, siendo obedecidos.
Los infantes de marina, luego de reunir a los prisioneros chinos, desarmarlos y encerrarlos, esperaron tranquilo su relevo por fuerzas norteamericanas, una vez que De León solicitara su ingreso, con lo que se da por finalizado el mandato otorgado por la Resolucion 21B/1971 del Consejo de Seguridad. Luego, fueron embarcados en sus tranportes y partieron sin más de las Marianas, por suerte, con sólo algunos heridos, pero con mucho material de trofeo, entre ellos radares y algunos misiles.
Entra un ayudante y Balker trata de leernos un comunicado de la ONU que este le entrega, donde se congratula a la FT argentina por su desempeño. Es inútil, nadie escucha y el partido se reanuda con aún más saña si se quiere, ya que Pepper abandona su postura cuasi pacífica y a los gritos como un moderno vikingo, tranforma el picado de futbol en uno de Rugby Seven, para algarabía de los espectadores....
Felicitaciones a todos lo que volaron Operación Yellow Storm.
Killboard de Operación Yellow Storm 1971
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