UN 7 DE MARZO EN PATAGONES

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Un d?a de 1825, presagiando los acontecimientos que vivir?a el Fuerte del Carmen en el futuro cercano, aparece frente a la barra del r?o Negro un bergant?n brasilero de guerra, disfrazado de mercante. Los brasileros, con dos botes, desembarcan una peque?a fuerza. El comandante del Fuerte, Lacarra, la pone en fuga y persigue v?a terrestre por la margen norte, mientras el juez de paz, Alfaro, lo hace por el sur. Alfaro logra rendir a los invasores.

Reci?n en enero del a?o siguiente, llega al fuerte la noticia de la declaraci?n de guerra al Brasil.

El gobierno nacional otorga varias patentes de corso para da?ar el tr?fico mar?timo enemigo. A causa de los reiterados bloqueos que sufren los puertos del Plata, los corsarios eligen al puerto de Patagones para esconder sus presas. S?lo el corsario ?Lavalleja?, al mando de Bibois Fourmantin (el padrino de Casimiro Bigu?), que se aventura frente a las propias costas brasileras, logra apresar unos 20 barcos mercantes enemigos.

Jaime Harris construye las instalaciones para una bater?a de 4 ca?ones en cercan?as de la casa del pr?ctico, sobre la margen norte, para protecci?n de la barra del r?o Negro.

Mientras, el almirante Brown pon?a en fuga a una escuadra brasilera en el Combate de los Pozos.

Rivadavia env?a a Patagones al coronel Felipe Pereyra, quien lleva refuerzos y armas.

Dado que Patagones es base de buques corsarios, ahora reside aqu? un gran n?mero de marineros extranjeros, desocupados, sin medios de subsistencia debido a la inactividad del ?Lavalleja?; adem?s, viven m?s de 300 negros libertados por ?ste corsario. Las cosas est?n muy complicadas en Patagones, donde se vive un clima de inseguridad por partida doble. Por esto, Lacarra es un poco m?s severo de lo que los vecinos destacados consideran necesario, y no simpatizan con ?l. El puerto bulle de actividad. A?n hoy, si se camina por la costanera de Carmen de Patagones, es posible imaginar el colorido de esa ?poca.

Alertado sobre la posibilidad de una invasi?n brasilera, Lacarra pide a Buenos Aires p?lvora de ca??n; le responden que la compre a los corsarios.

Brasil bloquea el puerto de Buenos Aires, en 1827, y se desploma el comercio; el gobierno deja de pagar los reembolsos del pr?stamo ingl?s e inunda la ciudad de papel moneda, acelerando la inflaci?n. El gobierno de Brasil ordena al capit?n de fragata James Sheperd una operaci?n sobre Patagones. Son aprontadas las naves ?Duqueza de Goyaz?, ?Itaparica?, ?Escudero? y ?Constancia?.

El capit?n de baqueanos Molina, "m?s indio que los indios mismos", con sus hombres (conocidos como los ?tragas?) se presenta al comandante del Fuerte, en Patagones, poni?ndose a sus ?rdenes.

Mientras el puerto de Buenos Aires sigue bloqueado, Sheperd zarpa de Maldonado al frente de su escuadra, provista de unos 30 ca?ones y 613 hombres, con destino al sur. El segundo de Sheperd es el capit?n Guillermo Eyre.

Lacarra, por su parte, dispone de 150 infantes, 100 vecinos y gauchos, adem?s de los corsarios extranjeros y los "tragas". Una bater?a de 4 ca?ones en la boca del r?o, otra en el cerro de la Caballada y una m?s en lo de Rial, a mitad de camino entre el Fuerte y la desembocadura del r?o, sobre la margen norte. Dispone tambi?n de barcos corsarios: el ?Hijo de Mayo? al mando de James Harris, el ?Hijo de Julio? cuyo capit?n es Fourmantin y el ?Oriental Argentino?.

El 27 de febrero aparecen frente a la desembocadura del r?o Negro, los cuatro buques brasileros disimulados con nuestra bandera nacional. Lacarra adelanta a todos sus efectivos hacia la boca del r?o. En el Fuerte, las mujeres y los ni?os hacen n?mero usando gorros de uniforme para hacer creer al enemigo que el n?mero de los defensores es mucho mayor. Las mujeres son organizadas por do?a Eustaquia Miguel de Rial.

El 3 de marzo se hunde el ?Duqueza de Goyaz? y el ?Itaparica? queda varado sobre la margen izquierda del r?o, cerca del estacionario de los pr?cticos. El enemigo no contaba con experiencia para sortear la barra del negro, ni pr?ctico que lo guiase.

Dos d?as m?s tarde, brasileros desembarcan en lo de Rial, sobre la banda norte del r?o. Tambi?n desembarcan sobre la banda sur, pero ?stos posiblemente sean tripulantes del hundido ?Duqueza de Goyaz?. El 6 de marzo, con vientos en contra, Sheperd ordena el desembarco masivo.

En la madrugada del 7 de marzo de 1827 se inicia el avance de los brasileros hacia Patagones, por tierra, y se apoderan del cerro de la Caballada. Olivera despliega sus hombres entre el fuerte y el enemigo. Los buques argentinos, desde el r?o bombardean el cerro donde se encuentran las fuerzas brasileras, que no han tra?do artiller?a. Olivera avanza, Sheperd se repliega y, como es herido en la retirada, asume el mando enemigo el capit?n Eyre. Los barcos argentinos navegan aguas abajo mientras Olivera persigue por tierra a los brasileros, hasta que se le rinden. Bynon, al mando de nuestra ?flota?, atrapa a los buques imperiales ?Escudero? y ?Constancia?, para finalmente acorralar al varado ?Itaparica? y sus 22 ca?ones. Como el capit?n (Eyre) no est? a bordo, la tripulaci?n se rinde de inmediato.

Los principales protagonistas de la resistencia son: Fernando Alfaro, h?roe del combate de la Caballada; Santiago Jorge Bynon, al mando de las fuerzas navales; Subteniente Sebasti?n Olivera al mando de las fuerzas terrestres e insigne h?roe m?ximo de la jornada; Juan Bautista Thorne que aborda el ?Itaparica? arreando su pabell?n de combate; y no hay que desmerecer la actuaci?n del capit?n de baqueanos Molina. Mucho menos hay que dejar de destacar a toda la poblaci?n: mujeres, ni?os, esclavos, negros libertos, corsarios, todos participaron activamente en la defensa de Patagones y Viedma, repeliendo una invasi?n extranjera al territorio nacional, aunque en Buenos Aires la regi?n no es considerada ?parte de la Rep?blica?. Es decir, Patagones vendr?a a quedar, entonces, "m?s all?" de la "frontera".

Bynon navega comandando la escuadra que ahora se compone por el ?Ituzaing?? (ex-?Itaparica?), el ?Patagones? (ex-?Escudero?), el ?Chacabuco? y el ?Ana? que lleva a bordo los prisioneros de guerra brasileros hacia Buenos Aires.

Esta gesta patag?nica que tanto favoreci? al comercio porte?o, no figura en ning?n texto de ?historia argentina? ?qu? tal una reparaci?n hist?rica?