SUMBARINOS NO IDENTIFICADOS EN COSTAS ARGENTINAS

Iniciado por GAE_Flak, 09 de Febrero de 2006, 11:08:01 PM

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GAE_Flak

En el a?o 1958, la Armada Argentina tomo contacto con un submarino extranjero en aguas propias, en el Golfo Nuevo. Este contacto fu? totalmente casual, ya que en ese momento se estaban haciendo ejercicios antisubmarinos. Por 24 horas este submarino fu? detectado por medios electronicos y visuales, se le lanzaron 22 cargas de profundidad, fue visto su periscopio y posiblemente snorkel y se detectaron varias veces manchas de aceite en su ubicacion. No obstante haber estado "encerrado" en un Golfo con una salida estrecha, y ser perseguido por un grupo de destructores y aviones, este submarino logr? aguantar toda la presion de sus perseguidores y escapar.  Sin duda que su comandante, oficiales y tripulacion tuvieron nervios a toda prueba que debemos valorar - aunque hayan invadido nuestras aguas - .Qu? nacionalidad puede haber tenido?  Se pueden hacer muchas conjeturas, seguramente si hubiera sido un pa?s amigo hubiera dado alguna se?al de ello para que no se lo ataque m?s, ?o no? Por supuesto todos los diarios de la ?poca, Argentinos y extranjeros, tomaron la noticia, con los comentarios y versiones m?s diversas. Aqui se detallan los hechos hora a hora, seg?n el estudio hecho por el CN Pablo Arguindeguy en su obra "Apuntes sobre los buques de la Armada Argentina".


La llamada "Operaci?n Golfo Nuevo"  - detecci?n, persecuci?n y ataque a un submarino no identificado por buques de la Armada Argentina en aguas de dicho Golfo -  dio lugar en su momento a una serie de conjeturas que iban desde la negaci?n del hecho en s? como parte de una campa?a efectista de la Marina para obtener medios modernos, hasta la utilizaci?n pol?tica de estos argumentos, en pro o en contra de las Autoridades Nacionales.
Quienes negaban la existencia del submarino, aduc?an cualquier argumento pueril -presencia de ballenas o de otros cet?ceos o simplemente el dolo- que no admit?a las pruebas irrefutables de los sistemas de armas utilizados en la detecci?n del buque. Quienes participaban de la verdad, es decir, de la real existencia de un buque de guerra extranjero, navegando sumergido dentro del Golfo, se divid?an en  grupos, cada cual de ellos deterrninaba una u otra nacionalidad del sumergible perseguido, y hasta tal vez hundido.
La palabra final, oficial y definitiva, al sentir del autor, la dio el Congreso de la Naci?n. La C?mara de Diputados trat? en Sesi?n Secreta del mes de junio de 1958, llamando a su seno al Secretario de Marina para exponer los hechos. El comunicado p?blico de la c?mara de los representantes del Pueblo, de fecha 13 de junio de 1958 expone textualmente- " Darse por satisfecho con las explicaciones del se?or Ministro de Marina". " Hacer p?blica declaraci?n de que la Marina de Guerra de la Rep?blica ha actuado en la emergencia con responsabilidad argentina en defensa de la soberan?a de la Naci?n".
Con ello, y hasta que el tiempo haga p?blicos documentos que hoy permanecen con un grado de reserva que los excluyen de estos "Apuntes", o cuando medie la declaraci?n tard?a, pero no por ello imposible, de alguna potencia extranjera, se cierra el cap?tulo que vivi? en Golfo Nuevo la Armada toda, y particularmente el "Buenos Aires".

El 21 de mayo de 1958 se encuentran en el Golfo Nuevo, en una etapa de mar, los cruceros "General Belgrano", "9 de Julio" y "La Argentina"; los destructores "Buenos Aires", "Entre Rios", "Misiones" y "Santa Cruz", el buque taller "Ing. Iribas" y los remolcadores "Sanavir?n" y Charr?a", m?s algunos aviones navales.

A las 10:00 inicia el Buenos Aires ejercitaciones con sus equipos de deteccion electr?nica sobre el Sanaviron.

A las 10:35 hs.: El operador sonar tiene contacto de submarino (no operaban naves de ese tipo en la zona) y pone en aviso al Comandante de la Fuerza de Cruceros, Contraalmirante D. Benjam?n Morit?n Colman, m?xima autoridad naval en el teatro de operaciones.Este organiza una "U.A.S.C.A." (Unidad Antisubmarina de Caza y Ataque)  con los destructores "Buenos Aires", "Entre R?os", "Misiones" y "Santa Cruz".

10.51: El "Buenos Aires" mantiene el contacto sonar hasta esa hora. Lanza entonces una carga de profundidad intimidatoria. Al no emerger el submarino, el Comandante de la Fuerza de Cruceros organiza una SASCA (Seccion Antisubmarina de Caza y Ataque)  con el "Buenos Aires" y el "Misiones", quienes realizan ataques combinados contra el submarino (arrojan dos cargas el Misiones y cuatro el Buenos Aires). Como consecuencia del ataque, ambos buques pierden el contacto sonar con el submarino.

Inician entonces una b?squeda en espiral, a la que se une el "Entre R?os".  Se destaca entonces el "Buenos Aires" a la boca del golfo, para hacer b?squeda hidrof?nica de contenci?n e impedir una posible huida. Se agrega a la b?squeda un avi?n "Catalina".

12.36 hs. Llegan dos aviones de Espora, para unirse a la b?squeda.

13.05 hs. El "Buenos Aires" tiene un contacto rnantenido de submarino.

13.50 hs. El "Buenos Aires" tiene un contacto, que aprecia de submarino asentado en el fondo del golfo, para evitar persecusi?n.

14.10 hs. "Misiones" y "Santa Cruz" hacen un ataque de rastreo, a baja velocidad y lanzan dos cargas cada uno, Se pierde en consecuencia el contacto. Comienza mal tiempo, con chubascos, niebla y chaparrones.

14.30'hs. P?rdida de contacto. Inicia b?squeda en espiral el 'Entre R?os" y el "Santa Cruz". El "Buenos Aires" y el "Misiones" se encuentran a la boca del Golfo, para contener la salida.

16.40 hs' El "Buenos Aires" tiene un contacto sonar, con avistaje de estela de submarino sumergido, navegando hacia la salida del Golfo.

16.45 hs. Pierde el contacto el "Buenos Aires".

17.34 hs. Tiene el "Entre Rios" un contacto sonar, al Norte de Bah?a Craker y forma una S.A.S.C.A. con el "Misiones" y lanzan cuatro y dos cargas, respectivarnente.

17.50 hs. El "Buenos Aires", el "Misiones" y el "Entre R?os" que se acercan a la zona, observan grandes manchas de aceite en el agua y obtienen contacto sonar, que se pierden luego.

18.03 hs. El "Buenos Aires" divisa movimiento hacia la costa -hay chubascos- y cuando va hacia ella para observar, avista una estela a su estribor e inmediatamente ve un periscopio a una distancia de 220 metros, cayendo entonces a su encuentro. Carga su artiller?a y trata de embestir al submarino, siendo asistido por el "Entre R?os" y el "Santa Cruz", mientras el "Misiones" investiga las embarcaciones de la costa (son dos pesqueros peque?os). Al pasar el "Buenos Aires" sobre la estela del periscopio -pintado de marr?n claro, y aparentemente con un Snorkel- observa manchas de aceite. El periscopio fue visto por oficiales y tripulantes de las estaciones del Comando, Control de Artilleria y piezas de artiller?a del buque, adem?s de los vigias.

18.22 hs. El "Buenos Aires" tiene contacto radar a 2.400 metros, apreciando el mismo como el de una caseta o torre de submarino.

19.30  El "Buenos Aires" retorna contacto radar.

19.32 hs. El "Buenos Aires" retorna contacto radar, ahora a 1.200 metros.

19.55 hs. El "Buenos Aires" lanza tres granadas iluminantes, buscando el blanco, sin resultado.

21.27 hs. El "Buenos Aires" lanza otras tres granadas iluminantes, navegando en formaci?n con el "Entre Rios", "Misiones" y "Santa Cruz".

21.30 hs. Se utilizan proyectores para la b?squeda. A partir de all?, los cuatro destructores hacen barrera a la salida del Golfo.

22 de mayo.

9.20 hs. Llega un avi?n de patrulla Martin Mariner con 8 cargas de profundidad y recorre el Golfo en b?squeda.

9.23 hs. El "Misiones" obtiene contacto sonar nitido y forma unidad de ataque con el "Santa Cruz" y el avi?n de patrulla.

9.35 hs. El avi?n CTA 2 con 25 cargas de profundidad llega a Madryn. Se embarcan en el "Sanavir?n" y se reaprovisionan con ellas a los 4 destructores. Llegan a la zona de operaciones dos aviones Catalina.

10.15 hs. El 'Misiones" y el "Santa Cruz" que Mantienen contacto sonar con el submarino, dirigen el ataque del avi?n Martin Mariner largando ?ste cinco cargas de profundidad. Se pierde todo contacto.

Esta es la breve rese?a -explotada luego con muy diversos matices por varios sectores de la prensa y la pol?tica- de la operaci?n de la Armada contra un submarino extranjero, cuya destrucci?n, a juicio del autor, fue un hecho consumado en las aguas del Golfo Nuevo.

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El 30 de abril de 1945 se radiaba la orden ?Regenbogen? (autohundimiento) a la flota de submarinos alemana, y para el desconcierto de los comandantes, el 4 de mayo, recibieron la contraorden. El d?a ocho el almirantazgo brit?nico lanzaba una humillante advertencia que les llev? a protagonizar haza?as que han pasado a la historia: Navegar?an en superficie hasta los puertos en donde deb?an entregarse, ondeando una bandera negra, como si fueran piratas.

La derrota se un?a ahora a la humillaci?n y al miedo a ser tratados como aut?nticos corsarios por sus enemigos. Uno de los mejores refugios que les quedaba era Argentina. Aquel pa?s pose?a una antigua y considerable poblaci?n alemana, y el gobierno argentino, aunque neutral durante el conflicto, hab?a sido favorable a la causa germana.

La llegada de algunos submarinos despert? el inter?s internacional. Los casos del U-530, que arrib? al Mar de la Plata el 10 de julio, y el U-977, llegado al mismo puerto el 17 de agosto, recibieron una amplia atenci?n por parte de los medios de comunicaci?n. Sin embargo, las observaciones de otros submarinos fueron consideradas secretas por el gobierno, y hasta fechas recientes no hemos tenido noticias oficiales de su existencia.

El 25 de junio, un informe de la Armada Argentina, indica la observaci?n de un submarino en la zona de Claromec?. El 19 de julio fue visto un periscopio en San Antonio Este. Entre julio y agosto otros documentos secretos hablan de la presencia de estas naves en las playas de Necochea y de San Clemente del Tuy?.

El motivo para esta presencia de submarinos germanos puede encontrarse en los informes del interrogatorio de Heinz Schaeffer, comandante del U-977: ?Una de las principales razones para que yo procediera hacia Argentina fue por la propaganda alemana, que exhibi? que al final de la guerra, todos los alemanes ser?an esclavizados y esterilizados. Otra consideraci?n fue el maltrato y el largo retraso en volver a casa sufridos por los prisioneros de guerra alemanes retenidos en Francia al final de la Primera Guerra Mundial. Entonces, por supuesto, la esperanza de mejores condiciones de vida estaba en Argentina?.

La gente comenz? a notificar la presencia de submarinos por toda la costa, y la Armada mand? aviones y barcos para ratificar su existencia, sin que se produjera ning?n enfrentamiento armado.

Esta presencia de submarinos, que parec?a una clara consecuencia del final de la guerra, deber?a haber desaparecido por completo con el paso del tiempo, no obstante, durante los a?os siguientes las observaciones continuaron. Los submarinos comenzaron a ser llamados ?sumergibles fantasmas?, ante la aparente imposibilidad de que los nav?os alemanes, careciendo de una base en donde obtener repuestos y combustible, siguieran navegando, siendo capaces de eludir a la Armada Argentina.

Lo m?s sorprendente ocurri? transcurridos quince a?os despu?s del final de la Segunda Guerra Mundial, durante la batalla del Golfo Nuevo, cuando los sumergibles fantasmas resultaron ilocalizables para los ?ltimos sistemas de detecci?n de la ?poca, no siendo da?ados por las armas antisubmarinas m?s modernas que pose?an los Estados Unidos de Norteam?rica.

Con la llegada al poder del nuevo gobierno, tras la ca?da de Per?n, la actitud de las fuerzas armadas argentinas comenz? a ser hostil frente los sumergibles fantasmas. En febrero de 1957, los barcos y la aviaci?n militar argentina hostigaron a un sumergible fantasma que apareci? en R?o de la Plata. La persecuci?n dur? cinco d?as, pero el nav?o intruso consigui? escapar ileso.

El 22 de mayo de 1958, el presidente Arturo Frondizi reconoci? la presencia de un sumergible desconocido en la Patagonia, al noroeste de Puerto Cracker, en Golfo Nuevo. La aviaci?n y marina atacaron intensamente al nav?o, y aunque aparentemente fue alcanzado, logr? escapar. La segunda incursi?n reconocida oficialmente por las autoridades argentinas ocurri? en octubre de 1959, en el mismo golfo. De nuevo los esfuerzos combinados de la aviaci?n y la marina resultaron in?tiles y el submarino consigui? huir sin problemas.

La historia de la batalla del Golfo Nuevo comenz? el 30 de enero de 1960, cuando unidades de instrucci?n de los cadetes navales navegaban por este golfo situado a 1.200 kil?metros al sur de Buenos Aires. Los j?venes distinguieron un submarino inidentificable navegando, precisamente, en la zona utilizada por la Armada Argentina para sus maniobras.

A partir de este momento y durante todo el conflicto, diversos testigos, lo describieron como un nav?o del tipo ?21?; la l?nea m?s moderna desarrollada por Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial.

El alto mando moviliz? todas las fuerzas que ten?a a su disposici?n. El submarino intruso pareci? ser localizado dentro de Golfo Nuevo a 150 metros de profundidad. Los hidroaviones de las bases de Bah?a Blanca y Mar de Plata bombardearon durante d?as la zona donde se supon?a ubicado al submarino, hasta que llegaron a pensar que hab?a sido alcanzado y averiado el 4 de febrero. El contratorpedero ?Cervantes? y los patrulleros ?King? y ?Muratore? sembraron de minas los 16 kil?metros de anchura que med?a la boca del golfo. Hombres ?rana? auxiliaron a los buques de guerra. Las pantallas de ?radar? permanecieron alerta, y unidades de Infanter?a de Marina se distribuyeron a lo largo de la costa, con intenci?n de evitar un posible desembarco. Por la noche se lanzaban cientos de bengalas y los barcos barr?an la superficie del agua con sus reflectores, intentando poder observar si el submarino emerg?a para repostar sus bater?as.
Se lleg? a pensar que se trataba de un submarino at?mico, teni?ndose en cuenta la velocidad que le atribu?an ciertas informaciones de prensa. Otro nav?o pareci? unirse al primero dentro de Golfo Nuevo, o como informaron las emisoras de radio locales, eran dos los submarinos atrapados desde el principio.



Pese al despliegue, el submarino segu?a sin ser hundido. El 11 de febrero el presidente Frondizi orden? el ataque total. En la operaci?n participaron trece nav?os y cuarenta aviones, mientras se desviaban las rutas comerciales a?reas y mar?timas para evitar cualquier accidente, y los periodistas eran excluidos de la zona de operaciones. A los cazas de la marina se les unieron los bombarderos pesados argentinos. El d?a 13, el submarino segu?a sin ser hundido, y su situaci?n pareci? desesperada cuando llegaron las modernas cargas de profundidad, bengalas de aviones, boyas preparadas con detectores de sonido y diverso material antisubmarino del tipo m?s avanzado suministrado por los Estados Unidos.


Con el material tambi?n llegaron los especialistas estadounidenses en la guerra antisubmarina. Trece de ellos eran veteranos de la Segunda Guerra Mundial. El equipo de t?cnicos estaba dirigido por el capit?n Ray Pitts, de la Jefatura de Operaciones Navales, quien deb?a asesorar directamente al vicealmirante Alberto Raga, jefe de Operaciones Navales de la Argentina.

Las cargas de profundidad eran arrojadas cada diez minutos y ten?an una doble funci?n. En primer lugar, atemorizar a la tripulaci?n para que se rindiera, y en segundo lugar, impedir que los buzos del submarino salieran a reparar las supuestas aver?as que sufr?a.

El 14 las fuentes oficiales informaron que la tripulaci?n del submarino hab?a rechazado el ultim?tum que les daba a elegir entre rendici?n o muerte. Ese d?a un rayo de esperanza pareci? iluminar la suerte del nav?o. Dos nuevos submarinos gemelos comenzaron a maniobrar alrededor de la escuadra de guerra argentina, intentando llamar su atenci?n y distraerla para ayudar a la evasi?n del sitiado. El tama?o de estos era gigantesco, siendo mayores que el nav?o cercado, aunque no se pudo identificar el modelo de los nuevos submarinos con exactitud. La esperanza se vio enturbiada con la intervenci?n del portaaviones argentino ?Independencia?.
Durante todo este tiempo el sumergible fantasma escap? repetidamente de forma misteriosa a la detecci?n electr?nica. El d?a 15 rein? el pesimismo en los c?rculos navales cuando desapareci? por completo de las pantallas de sonar. Seg?n las declaraciones del ministro de defensa, Justo Vilar: ?No sabemos si el submarino ha conseguido eludir nuestra vigilancia y escapar?. Sin embargo, se asegur? que el ?King? lo localiz? y atac?, con ayuda del ?Murature?, dos d?as despu?s, mientras los t?cnicos estadounidenses se trasladaban a Puerto Madryn para ayudar en asalto naval. Pero, pese a todos los esfuerzos, el d?a 18, las fuentes oficiales informaban que el submarino fantasma parec?a haber conseguido escapar a mar abierto.

De nuevo la Armada Argentina confirmaba que el d?a 20 el submarino hab?a sido detectado otra vez, y se prepar? una nueva ofensiva total contra ?l usando las modernas armas estadounidenses. En aquella jornada se reuni? la mayor concentraci?n aeronaval desde la Segunda Guerra Mundial. Durante la madrugada del d?a 21 el submarino apareci? de nuevo frente a los asombrados observadores, momento en el cual le fue lanzado uno de los nuevos torpedos electr?nicos.

Este nuevo tipo de arma nada ten?a que ver con los cl?sicos torpedos de la Segunda Guerra Mundial. Su poder de destrucci?n y precisi?n eran formidables para aquella ?poca. Al llegar a cincuenta metros del fondo se activaba un dispositivo que lo guiaba hasta su objetivo.

El torpedo, incomprensiblemente, err? su objetivo y fueron lanzados otros del mismo tipo, que de nuevo no dieron en el blanco. La aviaci?n entr? entonces en acci?n lanzando nuevos torpedos dirigidos por sonar, pero los resultados fueron nulos de nuevo. Al mismo tiempo, desde la costa, se pod?a escuchar el tableteo constante de la artiller?a ligera.

El d?a 22 las noticias, no confirmadas, afirmaban que un submarino emergi? a la superficie, mientras perd?a gran cantidad de aceite debido a que hab?a sido alcanzado dos veces. Sin embargo, tras la ofensiva fracasada de la madrugada del d?a 21, el 23 un comunicado de la marina argentina explicaba: ?Las aguas del Golfo Nuevo fueron cuidadosamente cribadas en los d?as 21 y 22 de febrero, sin que se estableciera contacto con submarinos incursores, lo que sugiere que hayan podido escapar. A pesar de esta presunci?n, pudiera quedar alg?n incursor en el Golfo Nuevo, o volver a entrar en ?l para resguardarse. Por ello, la Marina ha decidido reducir la intensidad de la b?squeda al m?nimo compatible con la adecuada vigilancia antisubmarina? El 25 la Marina anunci? la suspensi?n definitiva de la b?squeda de los submarinos no identificados detectados en el golfo.

El 13 de febrero el diario Las Provincias (Espa?a) publicaba un teletipo enviado por William L. F. Horsey, en el que se resum?an los principales datos disponibles en el momento sobre el misterioso submarino. El nav?o era de los fabricados en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, desplazaba unas 1.700 toneladas y parec?a proceder de alg?n pa?s oriental, existiendo opiniones de peso para creer que se trataba de un nav?o sovi?tico. Desde su primera inmersi?n, tras ser visto, hab?a salido a la superficie unas siete veces volviendo a sumergirse inmediatamente, lo que, a juicio de los t?cnicos, revelaba que la carga el?ctrica de sus m?quinas proced?a de bater?as que deb?an ser recargadas cada veinticuatro horas.
El agregado sovi?tico en Buenos Aires, Constantine Kourin, rechaz? inmediatamente la idea de que las naves fueran de su pa?s, y el viceprimer ministro Anastas Mikoyan, que estaba de visita en Cuba, realiz? una confusa declaraci?n: ?... lo ?nico que van a matar es un mont?n de peces?. Lo que se transform? en realidad cuando, en la orilla opuesta al lugar en que se presum?a estaba oculto el submarino, a unas 40 millas de Puerto Madryn, comenz? a aparecer una gran cantidad de pescado muerto flotando en el mar y cierto n?mero de cad?veres de ping?inos, pero ning?n resto de una posible aver?a del submarino.


Tras las misteriosas y molestas palabras de Mikoyan, y la siguiente declaraci?n formal del gobierno de la URSS, negando que ninguna nave rusa se encontraba en Golfo Nuevo, la hip?tesis sovi?tica fue perdiendo fuerza hasta casi desaparecer por completo. Especialmente, cuando con el paso de los d?as, se comprob? que la URSS no realizaba ning?n intento diplom?tico o militar para ayudar al submarino fantasma.

Si el nav?o era hundido, hall?ndose pruebas que lo identificaran como sovi?tico, la URSS se ver?a en un formidable aprieto. El descubrimiento de su enga?o le hubiera llevado al rid?culo internacional, teniendo que soportar ver como Estados Unidos se jactaba de sus nuevas armas y por tanto, lo que era sumamente m?s peligroso, tambi?n era de esperar una profunda irritaci?n de los propios militares sovi?ticos.

Un rumor aseguraba que el aceite del submarino hab?a sido analizado, y el resultado indicaba que se trataba del tipo fabricado por los pa?ses sat?lites de la URSS. Al final de la guerra los sovi?ticos se hab?an apoderado de varios submarinos tipo ?21?, as? que era posible que alg?n pa?s dentro de su influencia estuviera utiliz?ndolos, aunque, en realidad, esto no aclaraba nada, pues tambi?n hab?an capturado los lubricantes y carburantes alemanes; as? que la hip?tesis sobre el origen germano no se ve?a revocada, pues en ambos casos hubieran usado las mismas f?rmulas qu?micas.

El gobierno argentino advirti? desde el principio a la tripulaci?n del submarino sobre el final que les esperaba, avisando al mundo entero que sus intenciones eran hundirlo a toda costa, y, con prop?sito de no verse involucrado en un incidente internacional, pidi? a veintis?is pa?ses que aclarar?n si el nav?o era suyo. Estados Unidos, la Uni?n Sovi?tica, Inglaterra, Francia y Alemania; es decir, aquellos que pod?an disponer de submarinos de estas caracter?sticas, respondieron negativamente.

Una vez descartada la idea de que se trataba de un nav?o perteneciente a otro pa?s, comenzaron a aparecer toda clase de especulaciones sobre su origen. Al encontrarse un deposito secreto de suministros perfectamente camuflado, cerca de donde fue visto por primera vez el nav?o intruso, comenz? a pensarse en contrabandistas que hab?an adquirido un submarino tipo ?21?, pero el necesario mantenimiento de un nav?o de esta clase, quince a?os despu?s de la guerra, s?lo pod?a ser realizado por personal experto. Adem?s, quedaba por aclarar el origen de los otros dos submarinos que acudieron a ayudarlo.

Enrique Manera propuso una hip?tesis atrevida. Seg?n este capit?n de fragata espa?ol podr?a tratarse de un antiguo submarino alem?n hundido en el golfo que, al cabo de los a?os, fue detectado. Al lanzarle las primeras cargas de profundidad comenz? a ser movido de un lugar a otro, chocando contra las rocas del fondo. Cuando fue nuevamente bombardeado, alguna explosi?n los lanz? hasta la superficie, haci?ndole ense?ar la torreta que fue vista por la aviaci?n
Con el historial de submarinos alemanes observados durante los a?os anteriores, pronto comenz? a circular insistentemente la tesis que hablaba de uno o varios nav?os germanos refugiados desde el final de la guerra en las costas des?rticas de la Patagonia. Algunos personajes del Tercer Reich hab?an desembarcado en ciertos lugares del enorme litoral de 3.000 kil?metros que llegaba hasta los fiordos de Tierra del Fuego; de los cuales se perdi? posteriormente la pista.[4] Las calas y ensenada escondidas eran el lugar ideal para realizar operaciones de desembarco y de suministro clandestino, y tal vez fueran el destino del dep?sito de v?veres que se hab?a encontrado.

La hip?tesis alemana tambi?n ten?a los mismos inconvenientes que las otras, y resultaba demasiado novelesca. Adem?s quedaba el interrogante de c?mo un viejo submarino hab?a resistido el mayor castigo sufrido en la historia de los combates navales.

Antes de intentar la destrucci?n del submarino, el gobierno argentino tom? un cuidado especial en asegurarse de que no perteneciera a ning?n pa?s, por miedo a provocar un incidente internacional. Y, naturalmente, la nave de Golfo Nuevo no fue un aparato extraterrestre, pues las acciones b?licas emprendidas por Argentina, contando con el apoyo de los Estados Unidos, habr?an supuesto una declaraci?n de guerra a una potencia de otro mundo.